Paparazzi||°Kitty x Muerte Fic°

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Era tan hipnotizante, podía ser el diablo o podía ser un ángel.

La besaba, le inyectaba de amor y la elevaba hasta el cielo, la hacia sentir que era una muerta mas en el limbo. La Muerte estaba en su paraíso, ahora con su mayor adoración. Lo había logrado, la siguió como paparazzi hasta que ella lo amara y ahora estaba entre sus brazos, bailando tal cual una bella bailarina con un precioso vestido negro de bodas y una rosa marchita sobre su cabeza.

Kitty embriagada de amor solo escuchaba esa musica tan oscura y elegante con la cual su mayor admirador la hacia bailar. Sus Enormes manos sostenían las suyas, bailando juntos elegantemente tal cual una pareja después del altar.

Su adorada Kitty, el motivo de su obsesión, el motivo por el cual estaba tan desesperado de su afecto, la Gata que le causo celos al ver que la leyenda la tenia y el no. Amaba todo de ella, la amaba de pies a cabeza, pero odiaba tanto a su novio.

Pero ahora estaba ahí, ambos usando anillos de matrimonio(aunque el de Kitty termino siendo un brazalete por lo grande que era, aunque para La Muerte eso solo significaba que su "amor" era mas grande), técnicamente recién casados, bailando en medio limbo.

Él se detuvo un momento y la dejo frente a él, una de sus manos corrieron por su rostro hasta tomarla del mentón, su tierna mirada le daba ternura.

Como adoraba tener control de ella, tenerla solo para él mismo.

-Bésame, b-bésame...-pedía Kitty con una voz enamorada, sus ojos volvieron a brillar con intensidad.

-por supuesto, Señorita mía...-rio a lo bajo, inclinándose para unir sus labios.

(...)

Ricitos conocía una biblioteca cerca  en el pueblo, una que afortunadamente tenia un sin fin de libros con respecto a la magia negra, las leyendas y dioses mas conocidos en el mundo de los cuentos de hadas. Perrito olfateo las prendas de Kitty y así buscaron rastro por todo el pueblo hasta dar con mas pistas, habían acabado contra una pared en la iglesia, pero con unos pequeños trucos, lograron descifrar lo que pasaba.

y claro estaba, que la Argentina, el español y el mexicano no estaban solos en esto.

La búsqueda de Kitty inicio el día después de su desaparición, la pandilla se había reunido en el mismo bar donde inicio todo. Gato estaba seguro de que esto era obra de La Muerte y no se iba a quedar con los brazos cruzados, el shinigami le había intentado robar la ultima vida mas de una vez pero ¿al amor de su vida? Sobre su cadáver.

-Che ¿entonces vos sos el amigo del michi?.-pregunto Ricitos al hombre alto y verdoso a su lado.

-si, desde hace muchos años de hecho.-El ogro se presento amablemente.-gracias a él fue que salve a mi esposa de salvarse de un idiota.-enseguida ofreció su mano.-Shrek, por cierto.

-y yo soy Burro!.-Exclamo el animal con emoción.

-vale, me llamo Ricitos, placer en conocerlos.-La rubia ofreció su mano amablemente.

-ok, ya basta de saludos ¡podéis poner la cabeza en lo importante?.-Gato pregunto seriamente.