CAPITULO 15

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A la mañana siguiente Yeon Jun despertó con el seductor aroma de Soo Bin entre sus sabanas y tuvo la sensación de que algo faltaba allí.

Se tumbó de espaldas, tratando de ocultar su erección mañanera, además  no quería pensar en el dolor que le retumbaba los sesos.

Se tapó la cara con un almohadón para tranquilizar al sonido que le martillaba la sien. Pero cada vez que pensaba en su comportamiento del día anterior se sentía como un bastardo.

No sabía cómo catalogar a su forma de actuar. Nunca había  sentido  así,  era  una persona que tenía sus ligues fuera de casa, pero desde Soo Bin todo había cambiado.

Se apartó la almohada del rostro, pero siguió con el mismo dolor penetrante en su cabeza.

Decidió darse una ducha rápida y, media hora después empezó a despotricar mientras enrollaba una toalla blanca alrededor de su cintura, miró con rabia el reloj, estaba cabreado.

—Yeon Jun. ¿Estas?

La voz femenina lo cogió por sorpresa y se quedó inmóvil en medio de su habitación. El corazón empezó a latirle a gran velocidad cuando ella intentó girar la perilla.

Volvió su mirada hacia la entrada y se ajustó la toalla.

— ¿Qué haces aquí?

Él trató de mover sus pies para dar media vuelta y regresar al baño. Pero Ye Ji ya se había adentrado en su habitación.

—Bueno, Beom Gyu me abrió la puerta.

— ¿Beom Gyu? ¿Él está aquí?

—Por Dios, no puedo creer que ni siquiera sepas que tu hijo está en casa… ¿Qué clase de padre eres?

Al llegar a su altura, Ye Ji tiró su bolso a un lado y Yeon Jun tragó saliva.

—Yo me preguntaba…—La tenía tan cerca que podía oler su aroma—Ji Min y Yoon Gi nos invitaron a su fiesta y bueno. ¿Quiéres ir conmigo?

Yeon Jun se había imaginado todo tipo de reacciones… menos esta. ¿Ye Ji invitándolo? Era algo que no se veía todos los días.

—Tengo que terminar los casos que tengo pendientes, ya sabes la señora Song quiere que se agilice todo el proceso y…

— ¿Es por ese niñito? —Preguntó ella con torpeza—  ¿Tienes idea de cuánto  podría dolerle a tu hijo que tú y su mejor amigo se follen en su casa?

—No sé de qué estás hablando.

— ¿No? —Preguntó Ye Ji con dulzura al percibir la intranquilidad y la rigidez de su cuerpo. Le acarició los hombros desnudos y el abdomen empapado con la yema de sus dedos—La forma en que lo miras, es aterrante… ¿Crees qué Beom Gyu no se da cuenta?

—Ye Ji…

Yeon Jun le acarició el cabello y enterró sus manos en la suave melena pelirroja, que se desparramó formando suaves ondas sobre sus manos. Respiró hondo cuando ella se acercó más, entonces le invadió un intenso deseo de poseerla y le rodeo la cintura.

Estaba a punto de concretar un beso con la pelirroja cuando la puerta de su habitación se abrió bruscamente. Yeon Jun reprimió un amargo respiro al ver al intruso y Ye Ji simplemente se dedicó a arreglarse el cabello con los dedos.

Luego la puerta se cerró de golpe, otra vez.

Al otro lado de la puerta Soo Bin se apoyó en ella y suspiró al borde la completa desesperación. Había llegado hacia menos de quince minutos a la casa de los Choi por la llamada desesperada de Beom Gyu, pero también se había escapado un momento para saludar a Yeon Jun.

¿QUÉ ESCONDE EL SEÑOR CHOI? - YEONBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora