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Song MinHo, el rubio de anteojos era el mayor de los tres con una diferencia de cuatro minutos con el chico de cabello rosa, - que por supuesto aún no sabía su nombre -. Y no me malinterpreten, yo no lo averigüe por mi cuenta, aquel chico de voz ronca se acercó de la nada a mí, presentándose y preguntando si me encontraba bien después del pequeño incidente de esta mañana, ¿Cómo podía preocuparse si su espalda fue la que recibió el daño?.

- Bien HongJoong, fue un gusto poder hablar un poco contigo, ahora voy a retirarme, te veré por ahí.

Arrastró su silla hacia atras, levantándose lentamente y me sonrió antes de retirarse.

Fue muy extraño tenía que admitirlo, pues de la nada le había hablado, conociendo ya su nombre.

Solté un suspiro e imite su acción levantándome de aquella silla también, tome mi mochila y camine fuera de la biblioteca, pasando por el amplio jardín frente a esta, divise a lo lejos al menor de los trillizos, el chico castaño reía con varios tipos del equipo de basquetbol que bromeaban entre ellos y jugaban pasando la pelota de aquí a allá.
Sus ojos se posaron en mí, escaneando me de arriba a abajo, un escalofrío se apoderó de mi al momento de que la sonrisa de su rostro se curvo más hacia el lado derecho, para después giño un ojo mientras me lanzaba un beso.

Este tipo si que era descarado.

Con mi rostro rojo tal cual un tómate, sujete mejor mi mochila que caía por mi hombro, camine lo más rápido posible perdiendo me entre los árboles que habían en aquel jardín. ¿Porque había hecho eso?.

¿Y si lo hacían para molestarme por el incidente de esta mañana?.

A mi mente viajo el rostro del trillizo de cabello rosa, todo el día no había dejado de tener pequeños pensamientos sobre el y es que de verdad tenía algo que lo hacía tan interesante.
Era el único que hasta el momento no le había cruzado ni la mirada.

Debía de concentrarme en la escuela y el trabajo, no podía vivir todo el tiempo con su rostro en mi mente.

••••••

Tenía tanto sueño, moría por dormir aún que sea unos cuantos minutos.
Entre semana los días en el bar eran un tanto aburridos, había gente por supuesto pero la mayoría era gente mayor que llegaban a relajarse después de su jornada de trabajo y eso hacia aburrido el mío, pues los fines de semana se llenaba de estudiantes universitarios como el, trabajadores más jóvenes y el ambiente cómo la música cambiaban.

Ahora el día se me iba en lavar y cercar vasos, limpiar botellas, etc.

- Dame una Guiness oscura, porfavor.

La piel se me erizo al momento de escuchar aquella voz, era como si entrara por mis oídos y me penetrara cada célula de la piel, cómo si se pegará a mi para que no la olvidará.
Al alzar mi vista me tope con aquellos ojos pequeños, el cabello rosa corto y alborotado, estaba tan cerca de mi que podía olisquear su fragancia en el aire.
Inconscientemente mire por detrás de su hombro, venía acompañado, una chica tras de el me miraba con una mueca de desagrado. Regresé mi vista a el, que aún me miraba, sin interés.

- Claro.

Acerque mi mano a las hieleras grandes que estaban a mi lado y busque la cerveza que el quería para destaparla y vaciar la completa en aquel tarro. Cada movimiento siendo vigilado por el pelirosa.
No tenía oportunidad con el, al parecer a sus hermanos le iban los chicos, pero a él no.

Di media vuelta y acerque el tarro al chico que aún me veía, comenzaba a ponerme nervioso, me entrego un billete, dándome un simple gracias para darse la vuelta y dirigirse hacia una mesa alejada de la barra.

Dios, era tan guapo.

Lo ví de reojo, hablaba con aquella chica desinteresado.

¿A caso no le interesa nada?.

La campana de la entrada sonó por segunda vez anunciando la entrada de alguien y las risas me hicieron levantar el rostro por inercia para ver de quién se trataba, varios chicos del equipo de basquetbol entraban amontonados y entre ellos el hermano del pelirosa, el castaño.

Recorrió la mirada por el lugar, dirigiéndose a una mesa con el resto de los chicos, tendrá que ir atenderlos en la mesa, algo que por supuesto odiaba.
Tomo su block de pedidos junto al bolígrafo y camino rodeando la barra para llegar a ellos. Estaba acostumbrado a atender chicos guapos, pero no chicos guapos y descarados cómo lo era el trillizo castaño.

- Soy HongJoong y voy a atenderlos el día de hoy, ¿.que desean?.

No era mi intención sonar fastidiado, pero realmente moría de sueño.

- Que lindo nombre.

Su voz un tanto menos ronca que la de sus hermanos no me causo nada más que nerviosismo, es que era tan descarado que no lo soportaba.
Cerré los ojos con fastidio cuando Jihoo, un chico que había estado hace rato tras de el hablo.

- Vaya, tengo competencia tan rápido HongJoong.

A mi que me importa lo que tú tengas, eres tan fastidioso. Las ganas de decirle no me faltaban, pero no era tan valiente.

- Oh, no solo conmigo, también con MinHo.

¿Su hermano?.

Estaba fastidiando me ya.

- ¿Van a ordenar algo o solo van a actuar como inmaduros?.

La risa del castaño se escuchó escandalosa por todo el lugar, inconscientemente mire a través del salón buscando al pelirosa sin saber el porqué.

Su mirada puesta en su hermano, se levantó de su lugar dejando el tarro en la barra, para después salir por la puerta, dejando a la chica sentada en la mesa y con cara de poco amigos.

Regresé mi mirada al trillizo castaño, apuntando en mi block lo que ordenaron y me dirigí a la barra de nuevo para preparar sus bebidas, a diferencia de su hermano, el castaño pidió vodka con agua mineral y limón.

Solo quería que acabará su turno y largarse a dormir.

Solo quería que acabará su turno y largarse a dormir

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I ONLY WANT SONG MINGI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora