I ONLY WANT SONG MINGI.

13•

¿Que demonios hacia parado en mi puerta?.

MinGyu no tenía ni diez minutos que había llegado cuando mi puerta fue fuerte mente golpeada y para mí sorpresa, aquel idiota de cabello rosa estaba parado ahí, tan estúpidamente guapo como siempre.

- ¿Que haces aquí?.

Por supuesto que me sorprendía, pues MinGi no tenía motivos para estar fuera de mi casa, tocando tan fuerte a punto de tirar mi puerta.

- Vine a ver películas con ustedes.

Me aparto con un empujón y entro sacudiendo un poco su cabello.

- No.

¿A este quien lo había invito?.

- ¿Porque no?, No le veo problema.

MinGyu se asomó un poco, mirando a su hermano con el ceño fruncido, pero no dijo nada.

- Fuera de mi casa, la invitación era solo para Gyu.

Camino hacia el sofá donde MinGyu ya hacia sentado ignorandome por completo y tomando haciendo justo en el medio del sofá.

¿Que demonios ocurría con el?.

¿Se le cayó a su mamá de cabeza cuando era pequeño?.

Bufando cerré la puerta de golpe y me senté en el único espacio vacío que quedaba en el sofá.

- Iré por las palomitas, ¿Gyu puedes ponerle play porfavor?.

Le hice un puchero y el adentro, sonriendo.

- A veces eres como un pequeñito y lindo niño.

Hizo gestos con sus manos como si quisiera apretujar mis mejillas y asíntio.

- Mientras follabamos no se comportaba como uno.

Tenía que ser idiota.

Lo mire con mala cara y salí de la sala de estar para adentrarme a la cocina y preparar palomitas de maíz. Mi rostro estaba caliente y yo moría de la vergüenza. minGyu claro que lo sabía, pero eso no era razón para ser un idiota y decirlo frente a el. Moje un poco mi rostro, saque una botella de coca cola del refrigerador y tome tres vasos de la estantería para llevarlos a la mesita de centro que estaba en la sala de estar.
No lo mire, no le daría el gusto a ese tonto, así que camine de regreso a la cocina.
Tome un recipiente grande y comencé a vaciar el contenido de las bolsas de palomitas en el.
Salte del susto cuando una mano se posicionó en mi cuello y un cuerpo se pegó lo suficiente al mío para sentir un bulto en mi espalda baja.

- Sería delicioso si te follo contra la mesa, mientras "Gyu" está esperando por ti para ver su patética película.

Mi cuerpo se estremeció al escuchar su voz en mi oído, susurrando de una forma tan sensual y poniendo enfasis en el apodo que le di a MinGyu. No quería, demonios por supuesto que quería, pero no debía.

- Alejate de mi

Fui firme antes mi decisión, no caería en su juego.

- Vamos, pondré mi polla en tu boquita sucia tanto como te gusta.

Era tan tentador, pero debía de resistir ante los encantos de aquel pelirosa.

- Dije que te alejes.

Se pegó más a mí, era bastante terco.

- Tu cuerpo no reacciona de la misma manera, me pide a gritos que lo folle contra la mesa sin piedad.

La sangre comenzaba a bombear aquella parte que no quería reaccionara ante el, mi cuerpo llevaba una ligera capa de sudor frío y mis labios pícaban por probar los suyos una vez más.

- Dije que no y deberías irte.

Se alejo, apretando los puños y tensando su mandíbula.

Estaba enojado.

- ¿Porque? ¿Vas a follar ahora con mi hermano?. Pero por supuesto, eres una puta necesitada esperando a cualquiera que le abra las piernas para meterte algo en el agujero.

Mi corazón dolió, ardió, quemó, mis ojos picaron, mis manos se apretaron en dos puños y mi mirada se desvío hacia el umbral de la cocina donde MinGyu  ya hacia parado presenciando todo.
Había retirado sus lentes, su manos estaban en hechos puños y su mirada estaba fija en MinGi. Se acercó a mi lado y me protegió tras su espalda.

- Vete MinGi.

Sonaba firme y aún lo miraba fijamente.

MinGi no respondió, solo trato de buscarme con la mirada, pero me escondí aún más tras de el.

- Eres mi hermano MinGi y no pelear contigo, pero no voy a permitir que le faltes al respeto a HongJoong, porque es mi amigo y no lo merece.

El era tan calmado para hablar a diferencia de sus hermanos. Escuché pasos alejándose y seguido la puerta principal ser azotada con fuerza. MinGyu giro su cuerpo para encontrarse de frente conmigo y me dió un abrazo, sincero y cálido, pero no con segundas intenciones, tal y como un amigo.

- Se lo que pasó entre ustedes, HongJoong, pero eso no significa que seas lo que el dijo. ¿Bien?.

Asentí aún si el no podía verme por el abrazo, pero estaba seguro que el lo había sentido.

- Ahora no dejes que esto te afecte y vayamos a ver esa película.

Me tomo de la mano al separarse del abrazó y me guío hasta la sala de estar. Tenía que dejar mi mente en blanco y disfrutar de la compañía que MinGyu me brindaba como amigo.

Cinco horas después MinGyu se había ido a casa y yo estaba listo para dormir desde hace más de quince minutos, estaba muy agotado, pero no lograba conciliar el sueño, la cabeza me daba vueltas taladrando con las palabras que MinGi me había dicho horas antes.

¿Eso era para el, una puta?.

Había pensado en ignorar su palabras, porque sabía que no lo era. Pero llevaba contadas las veces que ya me lo había dicho anteriormente y no me agradaba que se le estuviera haciendo una costumbre cuando yo solo quería estar con el. Dolía, dolía porque era la persona que me gustaba, a la que quería a mi lado, pero a él cada vez le importaba menos mi estabilidad emocional y mental.

Mencionaba esa palabra como si estuviera al cien por ciento seguro de lo que afirmaba.

¿Y entonces porque no comportarme como una?.