Los labios los sentía cada vez más húmedos e hinchados. Las mordidas que me daba en ellos eran placenteras al igual que las pequeñas embestidas que daba contra mi por encima de mi pantalón, mi cerebro estaba desconectado y solamente mi cuerpo podía responder a los toques de MinGi, se sentía como si estuviera atrapado en una pequeña habitación en llamas, pero de forma placentera. Mis manos pícaban y rogaban por poder tocar su piel, por poder tener su erección en mis manos y responder al placer que el me estaba dando con sus besos. Sus labios recorriendo mi piel llegaron hasta mi cuello, lamió, beso y chupo la sensible piel, estaba seguro dejaría más de una marca en ella, pero en este momento eso era lo que menos me importaba. Sus manos viajaron por mi espalda llegando a mis caderas que se frotaban sin una pizca de pudor contra su erección. Estuve tan necesitado de el durante tanto tiempo que lo quería sentir aún más cerca de mi, saque su camisa negra por encima de su cabeza, mis manos recorrieron sus músculos trabajados, mi lengua recorrió su mandíbula, parando un poco en su cuello que chupe y mordí a mi antojó, lami sus pectorales y un gemido se escapó de mis labios cuando con su gran mano apretó una de mis nalgas, moliendo está.
Mis manos tocaron el botón de su pantalón, temblando un poco logré desabrocharlo. Levanto sus caderas cuando hice el amago de bajar su pantalón, los retire fácilmente al igual que su ropa interior, mi corazón se detuve al ver el tamaño del pene erecto de MinGi.
¿Eso acaso me cabría?.
Lo miré con pánico en mis ojos, aquello era demasiado grande para mí estrecho y pequeño agujero. Me sonrió de lado con orgullo. Por supuesto que sí.
Lo tome en estre mis manos y lo acerque a mi rostro, olfateando el trozo enorme y pasé mi lengua húmeda desde la base hasta el rosado glande, un jadeo de placer salió de entre los gruesos labios de MinGi. Rodeé el grande jugando con mi lengua un poco y metí a mi boca lo más que pude, no cabría todo no de broma. Tenía que admitir que no era realmente bueno en el sexo oral, pero me defendía un poco. Lo mire a los ojo, con mi mano tomaba lo que en mi boca no cabía, metía y sacaba su pene repetidas veces de mi boca, con la otra mano masajeaba sus testículos. Acelerando el ritmo metí un poco más de pene a mi boca, sintiendo las arcadas por lo profundo que ya estaba, ahuecando las mejillas y sintiendo como su glande golpeaba el inicio de mis mejillas acelere a un más el ritmo. Sus jadeos cada vez eran más altos, sus caderas se movían al ritmo y su respiración agitada se aceleró.- Apartarte HongJoong, estoy por correrme.
Asentí sin apartarme y acelerando aún más, quería sentir el espeso líquido en mi garganta, probar el sabor de MinGi, lo quería de todas las maneras posibles.
- Carajo HongJoong.
Tomo mi cabello con una mano y empujó sus caderas hacia mi, su pene se hincho en mi boca para enseguida vaciar todo su líquido blanquecino en mi boca, gimió alto por los espasmos de placer que esto le provocaba y salió de mi boca. Saliva mezclada con semen escapó de mis labios al tragar todo, pero desperdicie nada, lo mire a los ojos y con mi dedo recogí lo que recorría mi barbilla, para llevarlo a mis labios y chupar todo.
- Eres tan jodidamente sexy. Ven aquí.
No había descansado ni un segundo, pero obedecí a su orden y me puse de pie. Se deshizo de mi camisa, seguido de mi pantalón y mi ropa interior, quedando desnudo completamente antes sus ojos me ruborice, me sentía tan expuesto ante su lujuriosa mirada.
- No me veas así, porfavor.
Baje la cabeza aún con el rostro rojo y mi voz dos tonos abajo de lo normal.
- ¿Sientes vergüenza por ser tan delicioso ante mi vista?.
Mi pene vibró por su ronca voz.
- No lo sé.
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I ONLY WANT SONG MINGI.
FanfictionLos trillizos Song, tienen más que lo parecido físicamente. Dos de ellos atraídos por Kim HongJoong. - No quiero que sus hermanos gusten de mi, quiero que MinGi guste de mi. Solo quiero a Song MinGi. - Pero MinGi no te quiere cerca, ya déjalo en paz...