Capítulo 9 - FIN

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Stiles está sentado en su oscura habitación cuando Scott llama a su puerta y le pregunta si quiere la mitad de lo que ha hecho para cenar. Stiles suspira y se levanta para reunirse con él, mostrando una expresión normal y ocultando lo mejor que puede su pesimismo.

Scott le mira raro durante toda la cena pero no le pregunta sobre ello, por suerte. Stiles podría haber tenido otra crisis si Scott hubiera tocado el tema.

No puede dejar de preguntarse qué dijo Danny antes de irse abruptamente. ¿Problemas graves en el set? ¿Nunca había visto "esto" de Derek? ¿Qué demonios es "esto"?

Derek le había pedido que no se contactara con él, y Stiles está decidido a respetarlo aunque le mate. Pero... ¿No llamarías quizá a tu novio si hubiera "grandes problemas" en tu trabajo? ¿No están... ahí todavía? ¿No puede Derek confiar en él ahora?

Stiles piensa con quién querría hablar si hubiera "grandes problemas" en su vida. Scott encabeza la lista, junto con su padre. Pero Derek también está ahí. Querría encontrar a Derek y abrazarlo, sentirse reconfortado por él.

Pero... el tipo de problemas que tiene Derek, quizás no son el tipo de cosas que le cuentas a tu novio.

Pero Stiles quiere ser el tipo de novio al que Derek pueda contarle cualquier cosa. Quiere saber todo lo que pueda molestar a Derek, y quiere intentar mejorarlo. Claro. Él lo ama. Ya lo ha dicho en voz alta, aunque no haya sido correspondido verbalmente. Es un impulso natural, cuando estás... enamorado de alguien.

Duele pensarlo, y a Stiles le escuecen los ojos de lágrimas. Tal vez Derek no quiera hablar con Stiles en este momento. Eso no significa que no vaya a contarle nunca lo que le pasa, razona Stiles para sus adentros. Quizá siga trabajando.

Son las nueve cuando Stiles por fin recibe un mensaje de Derek. Se le corta la respiración y casi se le para el corazón cuando lo ve. Después del atroz nivel de ansiedad y preocupación contra el que Stiles ha estado luchando todo el día, cualquier contacto de Derek es un alivio, independientemente de...

Ven al estudio, por favor.

Es lo que Derek llama la sala de exposición de su tienda, una pequeña tienda metida en un rincón de un complejo empresarial. Está llena de encantadoras cosas tradicionales de hombre lobo, desde anillos hasta talismanes y tocados. Un día, Derek le había dado una vuelta a altas horas de la noche, que podría o no haber acabado en mamadas mutuas apretados contra el cristal de una de sus vitrinas. Stiles se había enamorado un poco más de Derek aquel día, al ver cómo apreciaba y elevaba las raíces de su familia a esos lugares de todo el mundo, donde la gente aún honraba y practicaba sus artes tradicionales.

Stiles no piensa, toma las llaves y cruza la ciudad a toda velocidad hasta el estudio. Sólo cuando llega allí piensa en el hecho de que es tarde y Derek no le ha pedido que vaya a su casa, como haría normalmente a estas horas de la noche. Stiles sólo había estado una vez en la tienda de Derek. Ahora, mientras deambula por el oscuro complejo comercial, parece espeluznante, casi peligroso en la inquietante tranquilidad. Stiles se apresura hasta llegar al estudio de Derek, que está resplandeciente de luz. La puerta no está cerrada y una campanilla suena cuando Stiles la atraviesa.

Es una tienda pequeña y preciosa. La mayoría de los productos de Derek están hechos en Brasil, que es donde tiene las raíces de la mitad de su familia, y los colores de los artefactos de hombre lobo y las joyas hechas a mano son simplemente preciosos, brillantes y contrastados, llamativos. Derek ha colocado cuidadosamente las piezas más bonitas en el escaparate.

Derek está allí, medio en la sombra. No todas las luces de la tienda están encendidas. Stiles vuelve a preguntarse por qué Derek quería reunirse aquí, y la inquietud se le revuelve en el estomago al pensarlo. No es que necesitara más, el día ya lo ha hecho bastante.

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