Capítulo 6

268 39 4
                                    

Las siguientes semanas son una plácida mezcla de masturbaciones y mamadas y de ver a Derek más a menudo de lo que Stiles esperaba, teniendo en cuenta lo reticente que era Derek a empezar a salir en primer lugar. Hay puntos ciegos obvios en lo que Derek espera de él que Stiles tiene que explicar o señalar a veces, pero en general Derek es un novio aún mejor de lo que los sueños más secretos de Stiles conjuraban.

Hay una cosa. Sólo una. Es pequeña. No es gran cosa... pero como que lo es. Y Stiles ha sido muy bueno en dejarlo pasar, pero se está volviendo... menos bueno en eso.

Derek no lo anuda y no quiere decir por qué. Se limita a decir que hoy no, o ahora no, o cualquier otra cosa. Y Stiles lo deja pasar, pero le molesta que Derek no diga la verdadera razón. No deja de pensar en que Derek suele acostarse con hombres lobo y no puede evitar preguntarse si el cuerpo humano de Stiles le asusta o no es tan sexy. No conoce a ningún otro hombre lobo, fuera de las estrellas porno con las que juega bolos de vez en cuando, y no tiene muchas referencias.

Sin embargo, pronto conoce a más hombres lobo. Boyd y Laura.

Primero conoce a Boyd. Boyd está en el loft de Derek al mismo tiempo en que llega Stiles, y Stiles no se altera más allá de un, "hey, casi hicimos una especie de porno juntos, excepto que no realmente", pensamiento que se las arregla para evitar que salga de su boca. Boyd luce genial, realmente genial y no sólo como Stiles pretende ser genial. Es callado, y Derek también lo es, así que los dos están jugando a un juego de mesa en voz muy baja cuando Stiles se acerca. Los dos llevan chaquetas de cuero y Stiles tiene que esforzarse para no hacer un chiste sobre la ropa a juego. Derek hace las presentaciones con un gruñido, Boyd le saluda con la mano y Stiles se deja caer en el caro sofá de Derek y empieza a hacer preguntas, lo más discretamente posible, sobre el juego de mesa. Boyd le responde y luego Derek le contesta. Intercambian respuestas pacientes mientras Stiles se pone al día de cómo funciona el juego.

En un momento dado, Derek mete la mano cariñosamente en el muslo de Stiles, y éste se calienta en zonas incómodas. Boyd como que sonríe con complicidad, con los ojos todavía puestos en el juego. Stiles no se lo pierde, y tiene los mismos pensamientos raros que tenía en el boliche, intentando adivinar quién se ha acostado con quién y si debería importarle. No debería importarle. No debería. Pero siente que Boyd sabe cosas de Derek, cosas físicas, que quizá no sabría de otra forma. Ese pensamiento golpea mal a Stiles.

Pero no está celoso. No lo está. Sólo está... con la guardia baja.

—¿Así que rechazaste a Peter? —Boyd pregunta en un momento dado.

—Sí.

—Habríamos sido Derek y yo, lo más probable. A menos que Jackson se saliera con la suya. Alégrate de que no haya sido así. —Boyd arquea una ceja mirando a Derek, que parece muy concentrado en el tablero—. ¿En cambio, con quién estás la semana que viene?

—¿La semana que viene? —Stiles recibe una descarga de adrenalina.

—Tu próximo rodaje, ¿sí? —Boyd hace su movimiento. Stiles se limita a mirar a Derek. Derek mira el tablero, aparentemente consumido por la planificación de su próximo movimiento. Stiles espera a que Derek responda. Lo que hace, finalmente.

—...estoy con Braeden.

De alguna manera esto hace que cada músculo del cuerpo de Stiles se contraiga.

—¿Quién es Braeden?

—Es talento mujer de la agencia, —responde Boyd lentamente, reflexionando sobre el tablero.

—Oh. —Stiles se muerde la lengua, pero aún así se le escapa—. ¿Es una mujer lobo?

Derek no le mira. Boyd asiente con la cabeza, entrecerrando los ojos antes de hacer otro movimiento. Stiles se pone aún más tenso, cosa que no creía posible.

The TalentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora