| Como entrenar a tu dragón AU | HTTYD AU |
El no podía hacerlo. No podia decepcionar así a su mejor amigo simplemtente matando a un dragón; la sola idea le revolvía su estomago.
Era dificil pero tomo la decisión.
Dejaria Berk. Por Chimuelo. Por él...
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La arena de la isla Berserker era enorme con amplias escalones que servían como asientos, dado que la actividad favorita de su líder eran las luchas y entrenamientos muy pesados, fue la primera estructura que fue reconstruida después del ataque de Johan con sus voladores.
Además de ser como un espacio para los entrenamientos berserkers y entretenimiento, en ese momento de lucha fue como el refugio para los que perdieron sus hogares en la guerra por el huevo del Rey de los dragones.
Ahora gran parte de las escalonadas se encontraban llenas de vikingos de distintos clanes para presenciar su actividad favorita por naturaleza: las luchas.
—No tienes a Inferno, ¿verdad? —preguntó Heather sentada junto a él, un helbredel luchaba contra un defensor del ala en la arena.
Señalo el compartimento en su pantalón de cuero simple donde se encontraba el mango de su espada Inferno, con sus cambios de fuegos.
—De todos modos, no voy a usarla.
— ¿Armadura de hierro de Gronckle? — dijo Heather tomando sus hombreras.
—Una capa delgada de refuerzo entre dos capas de cuero.
—Ya siento pena por Patán, no podrá hacerte ni un rasguño —rió nuevamente, observando como otros contrincantes entraban en la arena para luchar—. De todos modos, sigo esperando mi armadura especial.
—Las escamas de Cizalladura son más complicadas que las de Chimuelo, además tengo mis materiales de trabajo en la Orilla, no quería que alguien viera las escamas y empezara a hacer preguntas.
—Las "leyendas" —asintió Heather resaltando leyendas, tanto él cómo sus amigos estaban al tanto de cada cosa que comentaban sobre en el archipiélago por boca de cuentos de comerciantes y marineros.
En este momento quería mantener la cabeza muy baja y que Dagur tenga una boda normal, sin rumores fuera del tema u otro obstáculo.
—De todos modos, Dilmer debe de saber que estar aquí.
—Pero no las tribus que aun cazan dragones, son pocas, pero sigue siendo un poco riesgoso. Ahora mismo no quiero guerras internas entre pueblos.
—Sería una gran baja estar luchando contra otro pueblo mientras Dilmer sigue suelto.
El cuerno sonó nuevamente dando por finalizada una la lucha.
Vio a Patán llegar a la arena, delante caminaban su padre y Bocón, detrás de ellos toda la pandilla de guerreros.
—Veo que alguien llego.
—Bajare para molestarlo un poco —dijo Hipo parándose de las graderías listo para ir a luchar—. ¡No te metas en problemas!
— ¡Problemas es mi segundo nombre! —respondió Heather cuando comenzó a bajar hasta las puertas de la arena.
— ¡No piensas ese el problema! —escuchó un grito desde una de las puertas. Nadie más ni nadie menos que Astrid lista para lanzarse un puñete a Patán si no fuera por Patapez que se interpuso entre ambos.
