1.1K 105 41
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Jefe Estoico, ¿nos mandó a llamar? — pregunto Astrid legando junto a su equipo al gran comedor.

El ligar se veía exactamente igual que hace varios años, no habían cambiado muchas cosas a excepción de las múltiples marcas de fuego y arañazos de algunos de sus "visitantes" o plagas que lograban traspasar las enormes y pesadas puertas.

Y es que Berk tuvo varios ataques de dragones por dos años después de la partida del heredero de Berk. Pero misteriosamente estas se detuvieron hace apenas tres años. Siendo estos demasiados esporádicos.

Antes había ataques casi diarios donde noche tras noche tenían que vivir con las bajas vikingas y saqueos de alimentos que hacían sus inviernos complicados, sin embargo, estos se redujeron a uno por mes. Incluso había meses totalmente pacíficos donde ni un dragón pisaba o sobrevolaba tierras vikingas; es más, varios de los nuevos niños o bebes no conocían a un dragón.

—Fuimos invitados a la boda de Dagur, el Desquiciado en la isla Berserker.

— ¡Genial!

— ¡Amo las bodas!

Gritaron los gemelos Thorston.

— ¿A cuántas bodas fueron? — pregunto Patapez mirándolos extrañado.

— ¡A ninguna! — respondió Brutacio con franqueza —. Nunca nos dejaron entrar más allá de la puerta.

—Pero son fiestas, y toda fiesta es buena— declaro Brutilda apoyándose en su gemelo.

—Ridículos— susurró Patán recostándose en un pilar del comedor.

—Normalmente iría con Patón o alguien más del consejo. Pero mis guerreros deben de involucrarse más en actividades diarias— dijo Estoico escondiendo la ligera sonrisa entre su tupida barba pelirroja —. Además, mi escudera oficial debe de estar lista para atender estos asuntos— murmuro guiñándole el ojo a Astrid.

En ese tiempo Astrid logro conseguir buenos puestos gracias a sus habilidades de guerrera y líder. Siendo la primera elección de Estoico, después de su largo duelo, para ser la sucesora. Sin embargo, por línea de sangre tendría que suceder Patán Jorgenson.

— ¡Salimos mañana al amanecer! — termino de anunciar Estoico —. Con Bocón estaremos en el puerto.

—No le fallaremos, jefe— declaro Astrid sonriendo, ignorando las discusiones cotidianas de Patapez con los gemelos por su falta de sentido común en ciertas cosas.

Y su sentido de atracción hacia el peligro, fuego, muerte... en realidad a todo lo que sea doloroso.

Patán se pavoneo al salir como siempre que hablaban con Estoico, que era todo el tiempo, ya que sería el próximo sucesor de Berk por ser sobrino del líder.

Libre | Como entrenar a tu dragón AU | PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora