Las estatuas eran de cinco mujeres, debían de ser las hermanas Holland. Por todas las paredes había dibujos, frases escritas en lenguas antiguas y una parte parecía que sobresalía. Me alejé para verlo mejor, la estrella de cinco puntas estaba tallada en la pared con cada detalle trabajado a la perfección. Mi abuela se puso a mirar también como si recordara el pasado, delante del centro de la estrella y con la mano encima del dibujo de un árbol de la vida. De repente empezó a aparecer un altar en medio de la sala en el que había un libro en él, un libro que me sonaba y no sabía de qué. La sensación de saber sobre todo esto y a la vez no saber, era una de las cosas que más me estaba abrumando. Todo lo que ocurría, veía... era demasiada información para procesar.
Al acercarme al altar y subir el escalón todo tembló; apareció una cerradura en el libro en forma de triqueta. Me recordó a mi collar, y teniendo en cuenta que el collar me lo había dejado mi tía, seguro que era la llave. No tuve ni que acercar el collar, el libro debió de sentirlo cuando me acerqué para leer el título pirograbado en la cubierta de cuero. El grimorio se llamaba "Crónicas del tiempo" y por lo que ví trataba de la historia de mi familia, pero había cosas escritas que no recordaba.
Se encontraban ahí recogidas historias que no podían ser ciertas, momentos que se supone que yo había vivido pero que no recordaba. Desde una época hasta nombres diferentes, ciudades y orígenes muy distintos. Según el libro, mi familia llevaba atrapada en una dimensión completamente diferente a la suya durante siglos, una dimensión donde el tiempo pasaba de una forma muy diferente; y todo por una profecía que decía lo siguiente:
"Cuando crees haber terminado todo vuelve, es un círculo vicioso que nunca terminará. Nadie podrá parar la humillación de aquellos que aman al mal, no te entristezcas, no te compadezcas ya que ellos nunca lo harán.
Parecerán buenos, pero terminarán en el infierno, ni el sentimiento más puro podrá salvarlos. Ni el diablo lo puede controlar, ya que es demasiado poder para una sola persona.
Solo cinco personas pueden con ello, solo después de aquel día esas personas podrían parar la maldición que empecé. Solo las descendientes directas de las antiguas diosas guardarían en su interior un poder tan inalcanzable que con la unión de las cinco todo cambiaría con la liberación de la esperanza por fin de la caja, la liberación de lo único bueno que permanece en este mundo y en todos."
Reconocía la letra, difícil sería no reconocer la letra de mi propia madre y su forma de construir oraciones. Era característica de ella, siempre nos recitaba historias que se inventaba parra dormir, de una sola palabra o una idea te creaba un relato que nunca olvidarías. Lo que hubiera llevado a mi madre a escribir algo así, no debía de ser bueno para nada. No me puedo ni llegar a imaginar que se supone que habrá pasado para que hayamos llegado a estos extremos.
- No me mires así cielo, yo no podía hacer nada porque yo estaba aquí atrapada. Logré llegar a este siglo, pero ya no puedo volver. Tu sí y debes encontrar a Jeffrey. Utiliza un hechizo para aparecer en casa, no tienes tiempo que perder; y recuerda que si necesitas algo yo estoy aquí.
En un segundo yo estaba de vuelta en la casa, pasé al templete y volví a mi tiempo. Tenía que encontrar a Jeffrey, eso sí, espero que mi abuela no se enfadara mucho al darse cuenta de que ya no estaba allí el libro. Me lo había traído conmigo, toda ayuda era poca en estos momentos. Debían saber por qué no me acordaba de todos esos momentos de los que hablaba el libro, como si esos momentos no los hubiera vivido yo. Esto cada vez es más grande y estoy sola, demasiadas situaciones por investigar y demasiados detalles en los que ahondar.
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CRÓNICAS DE UNA BRUJA
Fiksi IlmiahLo que pasó, no debió haber sucedido. Tan fácil como eso, tan difícil saber por qué. Un viaje a través de traiciones y verdades nunca reveladas. No te fíes de nadie, incluso de tu familia. .PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN. Se tomarán medidas legal...