Decidí empezar la búsqueda a través del hechizo localizador, el colgante se movió hacia las afueras de Londres, zonas boscosas casi intransitables y eso no me extrañó para nada en absoluto. Cualquiera con cabeza iría ahí donde nadie lo buscara o una zona de difícil acceso.
Fui de camino a las afueras, pero antes me aprovisioné de comida para el viaje. Tenía que ir a caballo y me llevaría casi dos días llegar, en esto echaba de menos el "coche" de mi abuela. Me iba a tocar llevar tanto comida como bebida en el fardo y un libro; así que cogí un pequeño cuaderno y apunté unos hechizos básicos: uno de localización, uno revelador, otro paralizador, uno más para dormir y el de teletransporte porque nunca sabes cuando necesitarás una buena huida en segundos.
Para ir podía utilizar el hechizo de teletransporte, pero yo no era todavía tan fuerte como para teletransportar a más de una persona. Me tocaría ir a caballo, teniendo sumo cuidado por determinadas zonas del camino donde ladrones y asesinos se encontrarían para robar y matar a quien pasara por lo que ellos llamaban su territorio.
Salí a la madrugada del día siguiente para poder llegar por la noche y no tener que encontrarme a los ladrones del pantano por el camino. De la que me dirigía hacia mi destino, fui rememorando todo lo que había visto en el s. XXI y me entraron ganas de volver en el instante. Llegué casi por la noche, aún que tuve que dar un rodeo por culpa de los ladrones del pantano, me bajé del caballo y entré en el castillo.
Todo estaba como hace seis años, pero todas las velas estaban encendidas y había una túnica en uno de los sillones. Me dirigí hacia las escaleras y vi una pulsera, una peluca y varias máscaras. Es como si siguiera allí antes de la invasión franca, en los múltiples bailes de máscaras que se hacían en la corte y donde tanto realeza como nobleza eran iguales gracias al anonimato que daba llevar la máscara. Subí las escaleras hacia la sala de música y encontré a una chica con el cuello desgarrado, pero todavía estaba consciente. Cogí un trozo de su vestido e intenté taponar la herida, ella intentaba decir algo, aunque no tenía fuerzas. Me dejó de mirar y su cara se convirtió en el reflejo del miedo cuando miró a un punto detrás de mí, como si el diablo en persona estuviera mirando como se le escurría el alma del cuerpo poco a poco.
Yo solo oía una respiración acelerada que salía como una explosión, no quería darme la vuelta, tenía la impresión de que si miraba hacia atrás me matarían. Miré al espejo de la pared, donde vi reflejado a un hombre alto, rubio con los ojos inyectados en sangre y su cara llena de tanta sangre que era casi irreconocible. Al principio me costó reconocerlo, pero era Arthur, el mejor amigo de Jeffrey. Me miró por el espejo y su cara cambió cuando se dio cuenta de que era yo, pasando a una expresión pensativa que tantas veces había podido observar durante los años cada vez que se interesaba por cosas que no comprendía.
- Ally, ¿Cómo es esto posible? Pensábamos que estabas muerta... No te encontrábamos.
- Arthur apártate, vete hacia la pared ahora. - Me di la vuelta y me acerqué despacio hacia una mesa para coger un candelabro de madera. – No sé cómo has terminado así, pero te juro que te mataré si me atacas.
Él se alejó hacia la pared y se calmó para hablar.
- Sé que parezco loco con la cara llena de sangre, pero no es de Antonella, te lo juro. Es de tu hermano, él la atacó y yo lo ataqué a él para que la dejara. Está descontrolado pensando que es el último de tu familia, sin ti, sin tus hermanos, sin vuestros padres y sin tu abuela... No reconoce a nadie, te pido que hables con él, si se da cuenta de que no está solo puede que vuelva a la normalidad... - Me dijo apartándose hacia la ventana para que yo saliera por la puerta sin problemas. Siempre se había preocupado demasiado por todo lo que hacía mi hermano, conocerse desde pequeños y servir juntos los había unido de una forma que pocos podían entender. Él siempre era el fiel escudero de Arthur, daba igual lo que pasara.
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CRÓNICAS DE UNA BRUJA
Fiksi IlmiahLo que pasó, no debió haber sucedido. Tan fácil como eso, tan difícil saber por qué. Un viaje a través de traiciones y verdades nunca reveladas. No te fíes de nadie, incluso de tu familia. .PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN. Se tomarán medidas legal...