-Por favor, Harry... es necesario que cambies esa cara, es tu boda, no un entierro.- Zayn está frente a su amigo, ayudándolo a arreglar su corbata, y sonríe de manera insinuante frente al estado de angustia del rizado. -Bueno, el entierro viene después, por la noche... pero tampoco es algo triste, así que solo intenta pensar en eso y sonreir un poco.-
Harry ni siquiera fue capaz de intentar fingir una sonrisa frente a las palabras de Zayn, quien llevaba los últimos veinte minutos tratando de hacerle reaccionar.
-Será un entierro, porque Louis va a matarme...- El ojiverde se mostraba autenticamente preocupado. Sentía que sus brazos y piernas hormigueaban, y sin intentar exagerar demasiado, creía que en cualquier momento caería al suelo no pudiendo dominar su crisis nerviosa.
-Hazza basta con eso...- El moreno frunció un instante el ceño, y sosteniendo a Harry por los costados de su rostro, lo obligó a mirarlo a los ojos. -Escúchame, Louis te adora, no va matarte, ni a molestarse, ni a cancelar la boda por un simple par de argollas. Creo incluso que es probable que ni siquiera note que no son las originales...-
Harry suspiró. Él realmente deseaba creer en las palabras de Zayn, pero conocía a Louis mejor que a nadie, y sabía perfectamente que eso no era siquiera una remota posibilidad.
Las argollas de matrimonio, al igual que cada otro insignificante o importante detalle, habían sido estricta y rigurosamente diseñadas, ejecutadas y evaluadas por Louis. Y de manera oficial una hora atrás; Harry las había dado por perdidas.
Luego de dar discretamente vuelta la casa con ayuda de Zayn, y siendo consciente que estaban solo a dos horas de la ceremonia, Harry se quedó sin alternativas, y dejó que el moreno saliera rápidamente en busca de un nuevo par de argollas que se asimilaran a las originales.
Y Harry ahora sostenía con pesar y arrepentimiento el nuevo par de anillos en sus manos, siendo consciente que además del color, este nuevo par, no se asemejaba en nada al original.
Louis había creado algo especial para ellos, y como todo en su boda, tenía un significado. Luego de pasar por decenas de otros diseños, el castaño se decidió por un par de argollas idénticas de plata, que tenían una pequeña banda en el centro y en ella iba grabada la inicial de sus nombres, además de otro pequeño pero magnífico detalle. La argolla de Louis llevaba junto a la letra "H", una pequeña esmeralda, y en el caso de la argolla de Harry, junto a la inicial de su esposo "L", había una pequeña incrustación de zafiro. Era el color de sus ojos, era su mirada que los acompañaría siempre, incluso cuando no pudieran estar juntos; eso le había dicho Louis cuando le mostró el diseño completo y ya totalmente decidido.
Y Harry a pesar de no involucrarse mucho en las decisiones, opinó, haciéndole ver a Louis que aquel símbolo de su unión y amor, era simplemente perfecto.
Pero ahora no estaban, las había perdido estúpidamente. Y Harry sabía que aquel par de argollas de oro blanco que tenía en su mano, aunque muy hermosas y costosas, no se parecían en nada a las originales, ni mucho menos poseían el mismo sentimiento de amor y dedicación.
Aquel nuevo par de argollas solo significaban la máxima expresión de su descuido y estupidez; y probablemente la decepción y el odio bien merecido de Louis.
-Okey Harry, ya es tiempo. Si realmente te preocupa que Louis no se moleste ni decepcione, tienes que bajar ahora mismo para esperarlo en el altar como prometiste...-
-Bien...- Harry dio un fuerte y pesado suspiro.
El rizado dio una última y amarga mirada a las argollas antes de meterlas en el bolsillo de su camisa. Se miró al espejo, e intento regular su estado ansioso, pero fue en vano.
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¿Cómo conquistar a un virgen en la primera cita? || L.S
Fanfiction-Lo último... Hay micrófonos en los costados de la cama. Intenta responder cuando te hable...- Louis volvía a asentir, pero en ese punto todo se sentía como un acto reflejo. -Y Louis... no te contengas- Harry se acercó un poco más, hasta el punto en...