¿Cómo conquistar a un virgen en la primera cita? || L.S

3- El Contrato

La noche anterior

Harry por primera vez tuvo una crisis moral. Si bien llevaba ya varios años trabajando en el rubro de la pornografía, y cada día sentía que la odiaba un poco más; la verdad era que hasta entonces, le había resultado sencillo hacer la vista a un lado cada vez que algo le resultaba particularmente incómodo.

No era la primera vez tampoco que escuchaba sobre videos para adultos donde se les quitaba la virginidad a mujeres, y ocasionalmente a hombres. Pero en esta ocasión había algo diferente; Schulz, el cliente quería dolor.

Harry había visto ahora las indicaciones de su solicitud, las cuales habían también sido reenviado por Erick a su correo horas atrás.

El hombre era muy claro; quería sexo rudo. Siendo aún más específico, quería que no se tuviera ningún tipo de consideración con el virgen, a la hora de penetrarlo; había que tratarlo de manera agresiva, jalarle el cabello, ahorcarlo y dar azotes, y lo más importante, hacerlo llorar.

Harry sentía que se le revolvía el estómago al tener que leer la simpleza con la que el hombre pedía con gran énfasis, que dejaran físicamente destrozado al actor. Y lo absolutamente peor, es que era él quien debía escoger a la persona que sufriría todo aquello.

Estuvo por largos minutos observando detalladamente el rostro de aquel chico a través de la pantalla; Louis. Sentía que algo se oprimía un poco en su pecho cuando imaginaba esa cara bonita teniendo que sufrir de tal forma, y todo por un poco de dinero.

Y lo que hacía todo aún peor para el rizado, era saber que Erick no estaba. Sería el quien tendría que supervisar de primera mano la filmación de la película.

Fue demasiado difícil llegar a tomar la decisión de marcar o no el teléfono de Louis. Pero las cosas eran claras, ninguno de los otros dos postulantes servía para el papel, y tener problemas con su padre no era algo que quisiera enfrentar.

Así que finalmente lo hizo, se comunicó con Louis Tomlinson. Esperando que quizás, el chico realmente no fuera virgen, y tal vez, solo tal vez no fuera la persona dulce e inocente que sus fotografías hacían parecer.

-Hola...-

Harry escuchó esa voz dulce y melódica a través del auricular, y entonces supo que todo sería más difícil que de lo que llegó a pensar.

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-Es todo un placer conocerte en persona, Louis- Harry saludaba con una sonrisa torcida a aquel hermoso chico que parecía algo nervioso.

-Hola, yo... igualmente, es decir, opino lo mismo...-

Todo el sistema nervioso de Louis era un completo desastre en aquel momento, y era demasiado evidente.

Si, Louis se había preparado para casi todo lo malo que podía ocurrir en aquella entrevista. Pero no, no se preparó en lo más mínimo para ser recibido por un hombre joven, y tan increíblemente atractivo, que le hiciera temer que las rodillas le temblaran.

-ven acompáñame...- Harry le indicó con un gesto al menor que lo siguiera hasta una de las mesas que estaban al borde de la piscina.

No pudo ocultar su impresión al ver que la mesa en la cual se ubicarían, estaba llena de comida. Un jarro de cristal con lo que parecía un delicioso jugo de naranja, una pequeña bandeja llena de galletas, y otras delicias dulces, y por el otro lado, algunos Croissant, con otros tipos de panes con semillas, y lo que parecían algunas pastas para untar.

-Imaginé que por la hora, sería posible que no hubieras desayunado, así que me tomé la libertad de ordenar algo para comer... Y como no sabía que te gustaba, pedí un poco de todo-