Rub estaba destrozado por la noticia de que el amor de su vida se casaría con su amigo y se la pasaba llorando bajo un árbol de cerezo.
-No me gusta verte así-
-S-Sam?-
-No soy Sam. Oh bueno, lo soy pero... No soy el que te lastimó-
Cada día se sen...
El sol llegaba a su rostro molestandole. Es verdad que no había dormido y que sólo pretendía dormir pero aún así no quería soltar su almohada.
Debía ir al pueblo el día de hoy para despejarse un rato. El problema era que no podía salir con los ojos hinchados y de color rojo por tantas lágrimas que soltó durante la noche y madrugada.
—Rubius! —
Escuchó a alguien llamarle. Por su tono y acento supuso que era Quackity.
Soltó su almohada y bajo tomándose su tiempo llegó hacia la puerta.
—Rubius!—
Abrió la puerta viendo al híbrido de pato que continuaba gritando su nombre por lo que entre un gruñido le respondió con una voz ronca.
—ya oí—
Quackity se le había quedado viendo por un tiempo y luego se rió.
—Qué chingados te pasó? Te ves de la mierda—
Continuó riendo al ver el aspecto del oso quien con un bufido cerró la puerta. Empezaron los gritos otra vez
—Rubia! Era broma! —
Rub volvió a abrir la puerta mientras suspiraba.
—que cojones quieres? —
—Este... Alexby encontró una dungeon y me pidió que te invitará y ya veo porque quería eso—
Dijo volviendo a reír.
—necesitas urgentemente salir cabrón—
—Tengo cara de querer salir?—
Quackity se aguantó la risa y negó con la cabeza. Pero de pronto se puso serio soltando un suspiro.
—mira Rubius, si no quieres no quiero obligarte pero la neta... —
El de gorra empujó con suavidad la mayor entrando a la casa y luego agarrandolo del brazo lo llevó a la habitación.
—He! Ilegalisimo! Acaso te dije que podías entrar? —
—No y me vale madres, solo quiero ayudarte—
Rub gruñó sentándose en la cama con los brazos cruzados mientras el menor se dirigía al armario del castaño.
Mientras Rub permanecía allí Miró por la ventana notando a alguién bajo el árbol de cerezo en el que había Estado llorando ayer.
Era él... Ese Samuel con ojos Rosa y mechas Rosa entre esos azabache. Le estaba mirando con una sonrisa mientras le saludaba con la mano.
Rub iba a saludarle de vuelta pero sus orejas se movieron en dirección a quackity escuchandolo acercandose a él con ropa en sus manos.
—muy bien, aquí tienes. Ahora ve, date una buena ducha y te vienes con nosotros a la dungeon, no aceptaré un no porque en chinga te llevo igual—
A regañadientes Rub se fué al baño para darse una ducha.
¿Porqué mierda le estaba haciendo caso a un niño? No lo sabía, solo lo hacía y ya.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.