Settle Down With Me || Traducción 🧸

Parte Tres: 13 y 15 años 🧸

A los 13 y 15 años lo vi cerrar la puerta de su taquilla de un portazo, furioso.

"¿Qué pasa Louis?" pregunté, arrastrando los pies hacia él.

"El entrenador dijo que no puedo unirme porque soy omega. Es un equipo sólo de alfa, debería unirme al equipo de chicas". Murmuró. "Yo quiero entrar en el equipo de fútbol masculino, ¡soy un chico! Tengo la identificación de género que lo demuestra". Me reí y le puse la mano en el hombro.

"Está bien Lou, entrarás en el equipo." Le dije. "La única regla técnicamente es que tienes que ser un chico y tú eres un chico así que". Me sonrió.

"Siempre eres bueno para animarme Harry". Me deslicé por debajo de su brazo ya que todavía era más alto que yo.

"Sí". Caminamos por el pasillo abrazados. Debería haber sabido entonces que eso no era normal, pero no quería pensar en ello. Sólo quería seguir.

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El primer indicador de cuáles serían los resultados de mi prueba llegó durante su discusión con el entrenador de fútbol.

"¡Pero entrenador, las reglas dicen que tengo que ser un chico! No dicen que tenga que ser alfa". Dijo con firmeza y el entrenador negó con la cabeza.

"Los Omegas juegan en los equipos de chicas, siempre lo han hecho y siempre lo harán".

"¡Eso es tan injusto y sexista!" Louis prácticamente gruñó. Lo observé desde el fondo, ligeramente divertido por lo adorable que parecía cuando se enfadaba.

"Escucha omega, todo lo que eres es una máquina de bebés. Eres demasiado débil para estar en el equipo y nunca lo lograrías con todos los otros alfas. Además eres un riesgo, qué pasa si entras en celo". El entrenador siseó, agarrando el brazo de Louis. Él se estremeció y la voz del entrenador se volvió repentinamente muy grave: "No te unirás a este equipo y nunca volverás a pedirlo". Reconocí el timbre alfa y supe que estaba usando esa voz con mi mejor amigo en cuanto Louis se puso rígido. Prácticamente volé hacia el entrenador.

"¡No le hable así!" Gruñí, arrancando a Louis de él. Sabía lo vulnerables que eran los omegas a la voz alfa y me enfurecía que la usara con mi Louis. Se aferró a mí, buscando consuelo después de que le arrancaran a la fuerza el control sobre su propio cuerpo de esa manera.

"Ah, parece que tienes un protector. ¿Qué es exactamente lo que has probado ser?"

"Todavía no lo sé". Admití y se rió.

"Ven a unirte al equipo de fútbol, alfa."

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Louis dio un pisotón en el pasillo.

"¡No tenías que interponerte entre nosotros, Hazz!" Gritó. "¡Lo tenía bajo control!"

"No, no lo tenías. Louis, estaba usando esa voz contigo". Se detuvo y suspiró.

"¿Cómo se supone que voy a enfrentarme a un campo de alfas cuando ni siquiera puedo enfrentarme a uno?". Preguntó, presionando la frente contra la puerta metálica del casillero.

"Cuando te aparees sus voces alfa ya no te afectarán". Dije y él se burló.

"Ni siquiera estoy en edad de tener un celo. ¡No puedo aparearme con el primer alfa que vea! Eso todavía suena como una opción de mierda". Se sentó en el suelo y se apoyó en los casilleros.

"Lo sé." Dije, sentándome a su lado. Se arrastró hasta apoyarse en mi hombro y olfateó.

"¿Recuerdas cuando me dijiste que iba a hacer historia?". Preguntó y yo asentí.

"Todavía lo creo Lou. Eres increíble".

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"Alfa". La palabra resonó en mi cabeza y me froté los ojos con desdén por el recuerdo. Realmente no esperaba ser uno de ellos. Yo no era como los demás en la escuela. Era gentil y amable, pero las pruebas hormonales no mienten. No se han equivocado desde que se perfeccionaron en los años setenta. Louis me llamó y me preguntó emocionado.

"¿Y cuáles son tus resultados?" Suspiré antes de decírselo.

"Alfa". No se quedó callado y colgó como yo esperaba.

"¡Qué alegría! Me alegro por ti. Vamos al cine a celebrarlo". Y eso hicimos. Me hizo sentir mejor con mi asignación, igual que yo le había hecho sentir mejor con la suya.

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Me tomó del brazo y entramos en el teatro. Estaba lleno de gente y sentí como protegía a Louis contra mí. Me sentí mal por hacerlo, pero a Louis no pareció importarle. Se acomodó a mi lado a pesar de que era más alto que yo. El olor omega de Louis era fuerte, pero el mío alfa no. En realidad aún no era detectable, pero Louis parecía encontrarlo. Nos sentamos en nuestros asientos y él se comió mis palomitas, aunque tenía las suyas, con una sonrisa gigante en la cara. Cuando le reproché que me hubiera robado las palomitas, me rozó el hombro con la barbilla y sonrió.

"Estoy deseando que crezcas como una hierba y te pongas grande, ancho y fuerte". Se rió como si fuera algo bueno. Me hizo sentir que lo que estaba a punto de ocurrirme era algo bueno. Lo amaba por eso.

Los amo mucho 😭😭