Settle Down With Me || Traducción 🧸

Parte Siete: 20 y 22 años 🧸

Cuando yo tenía 20 años y él 22, nos sentamos a hablar de la palabra con "M".

"Quiero Harry, me parece natural". Dijo y yo asentí. Había querido marcarlo desde que teníamos 18 y 20 años, pero mamá dijo que debía esperar.

"Sí, Louis, quiero". Sonrió y se me tiró encima en el sofá. Se agachó sobre mi regazo y me besó. Lo apreté contra mi pecho y agradecí a mis estrellas de la suerte que fuera mío. En el campo y en público era dominante y agresivo. Era ruidoso hasta decir basta. No quería que dejara de serlo. Le quería tal como era, pero se convertía en un auténtico omega sumiso cuando cruzábamos la puerta de casa. Le gustaba acurrucarse contra mi pecho porque le hacía sentirse pequeño. Sus posturas favoritas en la cama durante sus celo eran siempre yo encima, encerrándolo y manteniéndolo a salvo. Cuando no estaba en celo era un poco diferente, pero no diría que no le gustaba estar apretado contra el colchón para una buena follada. Lo levanté, lo coloqué boca arriba en el sofá y me arrastré sobre él.

"No sabía que mi Hazza tenía tanto de alfa". Soltó una risita y yo gruñí en voz baja en su oído. Se rió y me acercó más.

"Te amo Hazz."

"Yo también te amo Louis."

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Planeamos esto. Nuestro momento de enlazamiento iba a ser durante su próximo celo. Era el único descanso real que tenía, aparte de mis celos, pero apenas duraban dos o tres días. En comparación con sus celos, que duraban hasta cuatro o cinco. Solían durar más antes de que me tuviera.

"¿No estás emocionado Harry, vamos a ser compañeros?" Louis soltó una risita en mi cuello en el sofá esa noche. Asentí y le apreté el brazo. Hacía dos días que había empezado su ansia de atención y contacto físico conmigo. Era una clara señal de que estaba entrando en celo. Se volvió súper complaciente y sólo quería que lo llevara a todas partes. Era entrañable, pero el equipo siempre pensaba que estaba siendo demasiado "omega" teniendo en cuenta su profesión.

"No puedo esperar." Le dije. "Siempre hemos sido el uno para el otro, pero ahora va a ser oficial". Me arrulló y volvió a acurrucarse contra mí. Le rodeé la cintura con el brazo y gimió.

"¡Harry!" Protestó, así que bajé la mano. Soltó un suspiro de satisfacción cuando mi mano se extendió por su culo. Se quedó dormido allí y tomé una foto de nuestra posición, enviándola a Gemma que inmediatamente envió de vuelta varios emojis de corazón. Luego empezó a lamentarse de cómo le gustaría que sus relaciones fueran tan buenas como la nuestra. Me reí de ella y miré al omega que tenía en mis brazos. Parecía sonreír, como si el profundo estruendo de la risa en mi pecho le reconfortara. No quería despertarme mañana por la mañana en el sofá con él tirándome desesperadamente de la ropa, así que me lo llevé a la cama.

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No me desperté cuando me quitó la ropa. Me había asegurado de que durmiéramos desnudos y él seguía dormido. Podía oler que estaba en celo, pero le dejé dormir. Iba a necesitar dormir. Me tomé el tiempo de apreciar la curva de su cuello, la forma en que su piel casi brillaba y lo impresionante que parecía. Las sábanas estaban levantadas lo justo para cubrirle el culo, que se hinchaba perfectamente desde el arco de su columna vertebral. Lo deseaba de todas las formas posibles. Lo amaba tanto. Cuando se despertó, se rodó entre mis brazos y soltó una risita.

"Harry, fóllame". Dijo soñoliento. Podía oler la humedad que corría por sus muslos y sonreí.

"Con mucho gusto". Susurré, tirando de su cara a la mía para un beso. Sabía que tenía tiempo antes de que estuviera tan caliente que tuviera que hacerle un nudo. Así que fui despacio. Besé cada trozo de piel desnuda que pude, bajando por su cuerpo. Mordí sus muslos y besé sus caderas. Arrastré mi lengua por su agujero e hice que todo su cuerpo se estremeciera.

"Harry, por favor". Me suplicó y me reí entre dientes. Cuando por fin le metí dos dedos, casi sollozaba. Me levanté de mi posición entre sus piernas por un breve momento para olfatear el punto de unión. Lo besé suavemente y sonreí al ver su jadeante reacción. Sus uñas se clavaron en mis hombros en forma de media luna y emitió un sonido lastimero. Inmediatamente retiré los dedos, dándome cuenta de que ya no había tiempo que perder. Gimió y yo me alineé.

"Está bien, bebé". Le dije, empujando. Volvió a gemir cuando empecé a moverme. Siempre sentí que nos convertíamos en uno en momentos así. Siempre me sentía muy unido a él y él siempre se aferraba tan ferozmente a mí que yo sentía que me necesitaba. Louis era tan independiente que era agradable sentir que me necesitaba. Se arqueó cuando encontré su próstata. Le besé el cuello, sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.

"Vamos alfa." Gimió. "Fóllame, embarázame, por favor, alfa". La idea de hacerlo me hizo sentir placer y estoy seguro de que Louis pudo verlo en mi cara cuando me separé de su cuello para besarlo.

"¿Te gusta esa idea, alfa?" Preguntó sonrojado y sin aliento: "¿Quieres embarazarme?". Gemí y asentí.

"Sí Lou, claro que sí". Me sorprendió lo ronca que sonaba mi voz. Sonrió con complicidad, pero le borré la sonrisa de la cara de un empujón bien dado. Gritó y volví a colocar mi boca sobre el punto de unión.

"Por favor". Suplicó, sintiendo mi nudo hincharse. Gruñó y empujó hacia abajo mi polla mientras me enganchaba ligeramente en su borde. Empujé dentro de él una última vez, haciendo estallar mi nudo y gimiendo ruidosamente en su cuello. Volvió a correrse, gritando que quería que lo embarazara. Yo estaba en la dichosa nube del orgasmo, apenas le oía, pero seguía abriendo la boca sobre el punto de unión y apretando con fuerza. Saboreé la sangre, lamí suavemente la mordida para curarla y besé cariñosamente la cicatriz. Louis me acarició la cabeza y suspiró.

"Somos compañeros". Afirmó y yo me reí. Volví a besar la marca y luego le besé a él.

"Lo somos."

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Me desperté después de su celo dolorido. Me di la vuelta y me acerqué a mi compañero, pero Louis ya estaba levantado y correteando.

"¿Por qué haces eso?" Le pregunté y se rió.

"Tengo un juego".

"Oh, seguro que no esperan que vuelvas después de un celo por un partido". Puso los ojos en blanco.

"No, pero eso es lo que me diferencia. Es lo que me va a meter en ese equipo alfa. Ni siquiera el celo puede arrastrarme". Me reí y di una palmada en la cama.

"Vamos Lou."

"No, Harry, puedes venir conmigo a ver esto". Se acercó a mi lado de la cama. Se inclinó sobre mí besándome suavemente.

"Vamos." Soltó una risita contra mis labios cuando intenté acercarme a él. Se apartó y me levantó: "Vamos, Harry, ponte algo de ropa y anímame". Cedí ante él. Siempre lo hago.

Enlazadoooos