7 ELEMENTOS DE AALRACC

CAPÍTULO 11 "Cuando los truenos empiezan a resonar"

CAPÍTULO 11
"Cuando los truenos empiezan a resonar"

Al día siguiente todos siguieron entrenando, Invy mejoraba su movimiento del túnel y otros cuantos que había aprendido, Ebby lograba hacer inmensas olas de agua caliente, formaba remolinos y otras cosas geniales, Stantley hacía tornados gigantes y ráfagas de viento que se llevaban todo a su paso, Steven hacía el movimiento que les había mostrado unos días atrás, cuando buscaban a Korney, y además practicaba unos nuevos, Korney creaba picos de hielo tan afilados como las garras de NAMI NAMUJU y podía hacer que todo lo que quisiera se congelara, Keyoo se veía mejor había pasado todo el día anterior comiendo y ejercitando de nuevo sus alas que ya no lo hacían estrellarse, ahora que controlaba su poder, se podía convertir en sombra y arrastrarse por donde quisiera, también creaba rayos oscuros y fuertes, incluso decía que podía absorber almas y destruir a quien sea cortándole la garganta con las espinas de sus alas pero no lo había comprobado aún, pues nadie estaba dispuesto a ofrecerse como muñeco de pruebas. El resto de las criaturas que habían reunido NAMI y Korney estaban entrenando, fingiendo atacarse entre ellos, afilando sus garras con los árboles y practicando técnicas de ataque. Todos trabajaban duro menos alguien. NAMI NAMUJU.
Seguía pensando, ¿cómo se supone que encontrarían al último elemento?, sólo quedaba un día y tenían que entrenar y planear un contraataque, no lo había mencionado antes porque entonces todos se alterarían intentando pensar en dónde se supone que encontrarían a una criatura que posee el elemento de la magia, y además nadie parecía recordarlo, El problema era que si necesitaban los siete elementos no estarían completos y Aalracc estaría perdido, su hogar, su tierra, su mundo.
Pasó el día y todos estaban exhaustos, mientras descansaban NAMI NAMUJU se acercó a hablarles.
-Bien, he observado los avances de todos y han mejorado bastante. Mañana es nuestro último día de entrenamiento y nuestro último día para planear un contraataque perfecto, así que por hoy, os recomiendo descansar y empezar a pensar en ideas para nuestro plan- A, terminar de decir esto, todos se empezaron a dispersar y NAMI NAMUJU estaba dispuesta a irse un rato a volar para despejarse un poco la mente y aclarar dudas, entonces sonó una voz a sus espaldas.
-Hey NAMI.-Era Ebby.
-Oh, ¿qué paso Ebby?, ¿todo bien?
-Sí bien. ¿A dónde ibas?
-Ummm yo solo, quería salir a volar un rato para pensar.
-Ah, bien...
Hubo una pausa silenciosa e incómoda hasta que NAMI NAMUJU decidió hablar de nuevo:
-Bueno, pues, ¿quisieras acompañarme en mi vuelo?, tal vez también podría ir Keyoo, para ejercitar más sus alas.
-Buena idea, iré por ellos.
No era mala idea, tal vez NAMI NAMUJU quería estar sola para despejarse la mente pero un poco de compañía podía hacer las cosas mejor.
Al cabo de unos momentos, Ebby volvió con Keyoo y juntos emprendieron su vuelo.
-Y ¿qué se supone que vamos a hacer?-Preguntó Keyoo.
-Nada, pensar y despejarnos.-Respondió NAMI
-Bueno, a veces hace falta.
Subieron en silencio a lo alto del cielo, sobre volaron grandes montañas, vieron a todas las criaturas platicando en los pastizales, tuvieron la vista más hermosa del bosque y su pequeño bosque nevado, los enormes y peligrosos volcanes no se veían tan grandes desde arriba y el gran cañón, tan gris y nublado, parecía más iluminado y brillante que nunca, a mitad del bosque se podía apreciar la gran laguna donde NAMI NAMUJU había encontrado a Ebby, con brillantes aguas cristalinas y una pequeña cueva rodeada de flores y enredaderas, ahora todo estaba oscuro y en silencio, NAMI NAMUJU se adelantó, dejando a Keyoo y a Ebby detrás mientras platicaban juntos, voló más y más arriba hasta estar por encima de las nubes. Todo siempre le había parecido más hermoso de noche, las nubes, hace tan sólo unas horas estaban rosadas y no parecían más que una gran mancha de pintura rosada en el cielo, ahora se veían blancas y brillaban con un color azul plata, el cielo, casi negro hacía que resaltaran aún más y la resplandeciente luna, ahora se veía grande y llena y brillaba con la misma intensidad de siempre, las estrellas empezaban a asomarse revelando los ojos de los grandes y antiguos guerreros que les habían heredado Aalracc.
Todo era perfecto para NAMI hasta que volteó a ver directamente a la luna, entonces otra profecía le iluminó el camino.
Todos estaban en combate, había cuerpos inmóviles en todos lados, "Al unirse los 6 elementos principales contra la profecía que atenaza a Aalracc surgirá el más importante de todos, el elemento de la magia". NAMI ahora lo comprendía todo, no tenía que buscar al último elemento, éste llegaría cuando los demás esten juntos combatiendo contra el reino oscuro, volteó una vez más a su alrededor, esperaba a que la visión terminara y volviera al mundo real, pero no ocurría nada. Tal vez esa era ahora la realidad, el alivio que la había emocionado hace unos momentos se había desvanecido por completo con la idea de ver a sus compañeros inmóviles en el suelo. Un terror la atacó como las garras de un enemigo mientras escuchaba unas últimas palabras que hacían que le martilleara el corazón "Pero cuidado con quien ha sido el enemigo desde el principio" el cielo estaba totalmente gris, casi tan oscuro como los ojos que la miraban fijamente por la espalda, NAMI NAMUJU se dio lentamente la vuelta para encontrarse con la pesadilla que atacaba sus sueños. El ser que creó la oscuridad. Enfrente de ella estaba Skotelheit.