Capítulo XXI || El comienzo

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Los días desde la muerte de Narcissa pasaban, el funeral se celebro en gran Bretaña dónde nació, y su cuerpo fue enterrado en un lugar especial para ella, Draco aún no entendía por qué su madre decía que Harry era un Horrocrux, más bien, no lograba entender por qué se convirtió en un Horrocrux indirectamente, cuándo Voldemort mató a sus padres. Pero aún faltaba uno, y todos suponían que estaba muy bien escondido o estaba en un lugar muy obvio, Grindelwald, Xenophilius Lovegood, Vinda y más miembros de los acólitos aún estaban en busca de el último Horrocrux, a la única conclusión que llegaron después de tiempo, era:

-Estaba escondido perfectamente
-Ya se había destruido
-Era su fiel acompañante, Naggini

La última era la que más sentido tenía, pues si estuviera destruido Voldemort no sería tan fuerte, y si estuviera bien escondido habría señales de ello, Así que solo tenían que ir con el trío de oro y convencerlos de que se unieran a los acólitos o que solamente les dieran los Horrocruxes faltantes.

Y así fue, Hermione logró llegar a un trato con Grindelwald, pero lo que Hermione no sabía era que si mejor amigo era un Horrocrux más, pero con el poder de convencimiento de Grindelwald, le dio los Horrocruxes, pues no quería que nada le pasará a su familia. Pasaron varios meses desde que Voldemort apareció en la boda de Draco, ahora ellos vivían permanentemente en Bibury, pues ahí ya tenían formado un hogar y varios amigos muggles. Así que no querían salir de aquel encantador pueblo, además de que ahí estaban seguros, pues nadie sabía que ahí vivían más que los abuelos de -___ y Lucía que los visitaba constantemente. Tras pasar 6 meses de la boda, -___ se empezó a sentir diferente, sentía el cuerpo raro y ya no tenía la energía que solía tener, Rave al principio pensó que era un tipo de agotamiento por estrés o algo parecido, pero después eso se prolongó por más tiempo, Draco estaba demasiado preocupado por ella, pues corrían los rumores de que los síntomas de -___ eran los que presentaban las personas que tenían la maldición de sangre, por fortuna, ese no era el caso, en un día de visita de Vinda a Bibury, -___ se encontraba en casa, Draco y Annie no estaban pues habían ido a jugar en la fuente de Bibury. Al llegar Vinda sin rodeos dijo lo siguiente;

-Vinda: Estás embarazada -___, salió en mis visiones

Vinda tenía el poder de ver fragmentos de cosas que pasarían con sus seres cercanos o algo que estaba sucediendo.

-___: ¿De que hablas abuela? No puedo estarlo

-Vinda: Mi amor, lo ví, te vi con un bebé en brazos

-___: Pero, no puede ser, sigo teniendo mi periodo como es de costumbre

-Vinda: Entonces debes de tener muy poco, menos de un mes, tenemos que ir a checar eso Linda, y si no es un nieto podemos descartar cualquier otra cosa

-___: Tal vez solo es un resfriado, pero si quiero checarlo, ¿Nos vamos ahora que Draco y Annie están fuera?

-Vinda: Mientras más rápido nos saquemos de la duda mejor, vamos

Vinda sujetó la mano de -___ por qué estaba muy débil para poder levantarse por si misma. Al llegar con el médico de la familia el rápidamente dedujo un embarazo, pues todas las mujeres de su familia presentaban los mismos síntomas que ella. Y así fue, -___ estaba esperando un bebé de Malfoy y no tenía 1 mes como dijo Vinda ya tenía 3 meses con el bebé dentro de ella, así que el médico le dio una posición para que se sintiera mejor, y así fue, ¡Benditas pociones! En menos de un minuto se sentía como nueva, al saber que iba a ser madre -___ se chocó con una ola de sentimientos, sintió felicidad, emoción, miedo, temor, todo eso se acumuló dentro de ella más aparte las hormonas que están como locas en el embarazo. Vinda estaba súper feliz, pues era abuela por segunda ocasión, aunque Annie no fuera su nieta de sangre la quería como nadie, así que la noticia de un nuevo bebé en la familia la alegro bastante.

Tú, mi eterna perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora