━━━━☆ヽTWO.

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Abrí los ojos cuando escuché mi cel sonando, me fijé en que el sitio que debía estar ocupando Lyanno estaba vacío.

—¿Y este tipo qué?.—salí de la cama.—Me dejó sola en su casa con tantas cosas que robar...—llegué a la sala.—Realmente me ha dejado sola...—fui para la cocina.—¿Y esto?.—observé la bandeja, tenia una macedonia de frutas y unos hotcakes con Nutella.—Jueputa, una anda a dieta..—agarré las frutas.

Decidí devolverle la llamada a Mary.

—Hasta que por fin das señales de vida.

—Vea, acabó de despertarme y me muero del sueño.—arrugó la nariz.

—Esa no es tu casa.

—No, es la de Lyanno.

—¿Cómo fue que dijiste?

—Vinimos a su casa anoche, chingamos y hoy desperté y pues no estaba, me dejó un desayuno que es un atentado contra mi condición física y...—me llegó una notificación.—Me acaba de escribir.

—¿Cómo es?

—¿En la cama?, increíble.

—Me refería a su casa.

—Oh, pues...Con mas lujo del que podremos tener en varias vidas.—comencé a caminar para mostrárselo.—Tenemos un cuarto en el cual solo tiene tenis y prendas, nada más fíjate.—se quedó boquiabierta.—En este cajón tiene las llaves de sus carros..—me atreví a abrirlo.

—Cabrona, solo tiene un culo.

—Pues sí pero, parece que le gusta.—salí de la habitación para meterme en su vestidor.—Tiene una cantidad de ropa..

—Tu también tienes demasiada.

—¿Gucci, Louis?.—negué con mi cabeza.—Aquí hay chavos.

—Es artista.

—Si que lo es.—ella comenzó a reírse.

—¿Y no te ha dado nada?.—me senté en el sofá.

—¿Debía darme algo?, no soy una prepago.

—No, yo sé.—intento pensar en una correcta elección de palabras.—Es solo que por lo que nos dijiste ya te tenía en la mira, esperaba algún colgante endiamantao' o algo así.

—No se lo aceptaría.

—¿Serias de esas pendejás que no andaría con alguien solo porque no le gusta, a pesar de que te pueda conseguir la luna si se lo pides?

—No creo poder aguantar estando con alguien que no me transmite nada cuando nos besamos.

—Tu si estás pendeja, eso no importa.—le di un mordisco a la frutilla.—Te chinga bien y tiene chavos y mejor, no tiene tiempo para pegarte cuernos.

—Mary, es...—la puerta se abrió.

—Buen día.—dijo al verme.—Pensé que seguirías dormida.

—Mi mamá me llamó.—colgué la llamada.—¿De donde vienes?

—Que tóxica.—si supieras las hectáreas de bicho que me vale donde estuvieras, papi.—Del estudio.—habló por fin.—Me llamaron para grabar un versito con Guayna.

—Que bueno. ¿Qué traes ahi?

—Oh, es algo que compré al regresar.—me entregó la bolsita.

—No puedo aceptarlo, Lyanno.

—¿Por qué?, ni siquiera viste lo que es.

—Mira la bolsa, esta tienda es bien costosa y no creo que...Me siento cómo si me estuvieras pagando por lo que hicimos anoche.

DESCARA' ; Lyanno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora