donde Danna
se deja enredar por
la labia de sus amigas
y termina involucrada con
el artista más infravalorado
del género
Ó
donde Lyanno cae
ante los imponentes encantos de
quien será la joven
más odiada en las redes
una...
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—La baby está dura.—escuché a Caleb.—Pero como que se me hace raro tanta intensidad, hace par de día no sabía de su existencia y ahora se fueron para una isla solitos.
—Lyanno es cabezota, algo de le mete en la cabeza y ya no lo pue' dejar.—respondí mientras miraba por tercera vez el vídeo.—Igual la baby es demasiado pa él, ese tipo de nenas debe llegar a las galas al lado de alguien grande.
—¿Cómo quien?
—No sé, el Conejo...—comencé a dar vueltas en la silla giratoria.—Conmigo...
—¡Eh, no no!.—la forma en la que Luis se acercó a mi me hizo brincar del susto.—Ya tuviste pelea con Lyanno por meterte con una de sus novias, no vayas a repetirlo.
—¿Y quién le debía fidelidad?
—Le debías lealtad, son panas desde siempre.
—Kevin tiene razón.—rodé los ojos.—Después te metes con ellas y solo te sirve para perder un amigo porque con ellas no vas para ningún lado.
—Vive en Miami, ¿cierto?.—todos asintieron.—Bueno, voy a llamar a mi manejo porque le quiero enviar algo.
—¿Tienes compresión oral?.—miré a Francis.—Aléjate de ella, cabrón. Ha costado mucho que Lyanno acceda a grabar contigo nuevamente son páralo ahí.
—Son solo unas flores, huelebicho.
—Ni a tu mamá le envías flores.
—Cállate, Caleb.
Narra Danna.
Terminé de vestirme antes de reunirme con Lyanno en el cuarto, lo encontré durmiendo plácidamente así que decidí que tendría que encontrar otra forma de entretenerme.
Mi teléfono comenzó a vibrar indicándome que me estaban escribiendo, agarré el aparato y quedé algo sorprendida al ver que se trataba de Rauw.
Visto.
Sé lo que buscas, Rauleeto y quiero hacerte rogar.
—¿Volviste?
—Sí.
—Me hubieras despertado.—acaricié su pelo corto.—Estuve anoche componiendo hasta tarde, no sé como me paré para llegar a esa playa.—seguía con los ojitos cerrados.
—¿Sobre qué escribiste?.—sonrió.—¿Y esa sonrisa que?
—Nada.—tomó mi mano y dejó un beso en ella.—¿Pondrías tu voz pa' soltar una frase en el tema?
