Capítulo 8

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La fina capa de nieve que cubre el suelo se rompe ante sus pisadas, y su respiración agitada es lo único que suena junto a los suaves sonidos de los insectos.

Aquel bosque era un tanto más oscuro que en el que ella vivía, siendo este un poco más siniestro y espacioso. Pero no le importa, porque sin embargo le da la garantía de que Lisa o cierto lobo no estarán rondando por aquí.

Así que solo se concentra en el aire puro que entra en sus pulmones y en cómo puede notar el aire frío que hace que sus mejillas se tornen rojizas.

Y mientras tanto, mientras corre entre la nieve y los árboles, por unos segundos, la imágen de su anterior vida pasa por sus ojos.

Se había ido una noche lluviosa en Seúl, dejando solo un mensaje a su madre de que estaba bien y que necesitaba alejarse. Con la brisa otoñal calando sus huesos y si mirar atrás tomó un taxi de camino al aeropuerto.

El trayecto fue corto, pero se sintió eterno. Tenía miedo, miedo de lo desconocido y de lo que podría pasar cuando todos se dieran cuenta de que se había ido, de lo que había hecho. Tenía miedo porque ahora estaría sola, y la soledad a veces le asfixiaba.

Tenía miedo, porque no sabía que le depararía el futuro.

Sin embargo, ahora, mientras corre entre los árboles y el frío viento de aquella isla congelada le rodea, considera que ha sido la mejor decisión que ha tomado nunca, a pesar de todo, era lo que debía hacer.

Porque a conocido un lugar del que se ha enamorado, ha conocido a personas que valen la pena y tiene todo lo que siempre había querido tener.

Así que no, no se arrepiente.

[•••]

Jennie ha atravesado todo el bosque cuando el cielo comienza a volverse en tonos naranjados y rojos, llegando al final del bosque y con intención de pasar por la ciudad para volver a casa.

Para ese entonces su estómago comienza a quejarse, el hambre haciéndose presente al mismo tiempo que las ganas de ir a la cafetería de Daniel y Jihyo a por algo de cenar.

Así que sale del bosque viendo las bonitas casas siendo envueltas por la nieve y algunos árboles, haciendo que todo se viera como un cuento de hadas. Pero justo entonces, cuando apenas se ha alejado del frondoso bosque, un "Jennie" que proviene de dentro de este causa que se detenga en seco, con el ceño fruncido.

—¿Hola? —pregunta en alto mientras vuelve sobre sus propios pasos.

El cielo cada vez se vuelve más oscuro, el frío comienza a aumentar y el aullido del viento junto a los cantos de los insectos hacen que Jennie se sienta de repente como si estuviera en una película de terror. Y se pregunta cómo puede haber pasado de estar en un cuento de hadas a estar atrapado en una novela de Stephen King.

Su nombre vuelve a retumbar por el bosque, haciendo que se detenga por completo, y su corazón se acelera al reconocer aquella voz.

Lisa.

[•••]

Lisa camina entre los árboles de aquel bosque en el que nadie habitaba, entre pasos fuertes y manos escondidas en los bolsillos de su chaqueta vaquera. En su cabeza hay una batalla en la que no sabe si atacar a Jennie por complicar su vida de aquella manera, o si atacar a Rosé por pedirle aquello.

Sin embargo sigue caminando por el bosque casi oscuro, siguiendo las huellas de Jennie sobre la nieve en un intento de encontrarla.

Pero no puede escuchar nada más que el gritar de los insectos.

—¿Jennie? —llama en voz alta sin recibir nada a cambio. Gruñe mientras sigue caminando y piensa en las miles de formas en las que le gritaría a Jennie por complicar su vida de tal manera.

Poco tiempo después, todo se vuelve bastante más oscuro, y Lisa empieza a cansarse de buscarla. Pero el olor de Jennie sigue estando por el bosque y sabe que ella sigue allí.

—¡Jennie! —vuelve a gritar cuando el olor cada vez es más fuerte.

Minutos después llega a una zona despejada, donde los árboles se juntan en círculo y la nieve lo cubre todo.

Y lo último que esperaba era encontrar aquella escena. De repente, su respiración se acelera y su corazón parece detenerse.

Jennie se encontraba de pie allí en medio, paralizada frente a un animal malditamente grande y de pelaje oscuro.

Un lobo. Un lobo que definitivamente no pertenecía allí, porque si lo hiciera, Lisa lo reconocería.

Un lobo en territorio que no era suyo, un lobo del cual no sabían sus intenciones.

Y antes de que Lisa pudiera hacer algo al respecto, en tan solo un pestañeo, el lobo salta sobre la castaña, pasando sus garras sobre el estómago de Jennie mientras la tira al suelo.

Y Lisa nunca antes había sentido tanto miedo como en aquel momento.

Heart Cold As Ice Blue - (Jenlisa G!P) (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora