2. Justa.

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Los rumores de que el príncipe heredero no había pasado la noche con su esposo no se hicieron esperar, en el castillo se murmuraba solo eso: "el Príncipe Jacaerys pasó la noche con su hermano", "el príncipe Lucerys pasó su primer celo con el príncipe Jacaerys".
Muchos más murmullos llegaron a oídos de la reina que ordenó discreción y silencio sobre el tema durante la celebración de la boda aunque los chismes siempre solían correr rápido cuando se trataba del rey y más aún ahora que acababa de celebrarse la boda de los primeros hijos del rey y la princesa heredera.
Tales habladurías llegaron a oídos de cada jefe de las casas más importantes, como siempre los Lannister no perdieron oportunidad en ofrecer a uno de los suyos para una propuesta matrimonial entre el joven recién descubierto omega, teniendo como resultado una negativa absoluta por parte de Rhaenyra.
Por otro lado los Blackwood estaban más interesados en los combates de ese día que en los chismes pues el que una vez jugó por la mano de Rhaenyra preguntaba si alguno de los hijos de esta participaría o algún hijo o hija del Rey o su hermano, aún no se sabía nada y solo había un capa blanca y capa dorada representando a los Targaryen y Velaryon.

Aegon estaba más que molesto por lo que escuchaba en los pasillos mientras caminaba al campo de juego solo para ver, deseaba participar pero la Reina había demandado su presencia a su lado, no había visto a su esposo un solo segundo desde que despertó y eso molestaba al alfa, apestaba a molestia a cada lugar que iba.
La molestia se fue cuando un Tyrrel le pidió su favor para el combate lamentando el hecho de no poder participar pero el combatiente se ofreció para representarlo.
Estaba tomando una copa de vino como era costumbre mientras veía a los competidores, no dejaría de quejarse mentalmente por no poder derribarlos él mismo.
-El príncipe heredero de la casa Targaryen escogerá a su primer rival.
Escuchó con más atención y no podía creerse el atrevimiento del Velaryon, estaba ahí retando al guardia de la casa Tyrrel que había pedido su favor, la sorpresa del resto de espectadores no se hizo esperar así como los comentarios reprobatorios de la reina.
La carrera inició a galope tratando de derribarse el uno al otro desarmandose en el proceso, jugaron una segunda ronda terminando con la bandera Tyrrel en el suelo y su jinete mal herido, las ovaciones se escuchaban en todo el campo de juego mientras iniciaba otro combate.
El príncipe Targaryen hizo oídos sordos a las palabras de su madre cuando se puso de pie para enfrentar a su esposo.
Estaba molesto y no iba a quedarse con la boca cerrada, no estaba acostumbrado a eso ni en las apuestas en la calle de la seda.
—Creí que ibas a estar cogiéndote a tu hermanito en celo.
Empezó tambaleándose por la bebida, se olían los celos y el enojo a la distancia, olores que eran disfrazados por la euforia del público.
—Hasta donde sé el único que se aprovecha de omegas en celo eres tu y me encargaré de que eso cambie, ¿no quieres jugar un rato, esposo mio?— Jacaerys no podía soportar el descaro de su esposo al reprocharle algo, pues el reino entero era testigo de la poca prudencia del borracho y libertino alfa—. Aunque creo que no podrías ni sostener un escudo en ese estado.
Esta vez era una burla para molestar al mayor, si era inteligente le devolvería la burla con palabras, pero estaba hablando con un Aegon borracho, este simplemente no respondió nada y ordenó a un guardia preparar a un caballo y su armadura, no se iría del lugar sin contarle el cuello a Jacaerys.
La justa inicio nuevamente con los recién casados, aunque Aegon no podía distinguir bien a su esposo aún así dio inicio a galope apuntando mal y perdiendo el arma en lugar de darle a su esposo, este por otro lado estaba satisfecho por el estado de su esposo, eso aseguraba su victoria y así fue, después de derribarse mutuamente inicio el combate con espadas y golpes que la ebriedad no le dejó igualar, ambos con los labios rotos y Aegon con una contusión en la cabeza llegó al fin de su batalla, el resto de participantes siguieron con la justa, estaba demás mencionar el orgullo de Daemon y la preocupación de Rhaenyra pues esta última aún en desacuerdo con el matrimonio no tuvo más que ver a su hijo totalmente preocupada.
El ya mencionado señor de Blackwood estaba sorprendido, ciertamente estaba convencido de que si tuviera que elegir un bando iría definitivamente con la princesa Rhaenyra y su prole.

—Jace no debiste participar, mira como estas, ¿sabes lo mucho que hablaran ahora que tuvieron su primera pelea?
Rhaenyra reprendió a su hijo mientras un maestre revisaba al castaño, afortunadamente solo tenía golpes y el labio partido, algo que sanaria dentro de poco.
—Rhaenyra, estará bien, le dio los golpes que ese borracho necesitaba.
Daemon por supuesto con sus palabras de apoyo cada vez que alguno de los hijos de Rhaenyra se metía en problemas y ganaba frente a los sangre Hightower.
—¿Cómo se encuentra Luke?
Lo único que parecía importarle al castaño salió a la luz y el maestre junto con sus padres estaban igual de preocupados, alguien con su aroma y primer celo debía ser resguardado por muchos más guardias o doncellas, cualquier persona que no dejara influenciarse por el dulce aroma.
—El joven príncipe se encuentra descansando aunque se rehúsa a romper el ayuno, se queja demasiado por el dolor y no podemos darle leche de amapola ya que lo pondría más vulnerable, el príncipe Joffrey se encuentra con él en este momento.
Las ultimas palabras tranquilizaron al castaño y apenas tuvo oportunidad corrió a los aposentos de su hermano menor seguido de Rhaenyra y Daemon.

En otra habitación la reina estaba fúrica desquitando su enojo con el causante del mismo.
—¿Cómo se te ocurre llevarle la contra a tu marido y enfrentarlo así, Aegon? Solo le das razones para alejarse de ti.
—Ten en cuenta, Aegon, que cuando menos lo esperes tu sopa podría contener veneno si no arreglas las cosas con ese bastardo.
Las palabras de Otto también pasaron de un oído a otro como las palabras de su madre, después del par de cachetadas que recibió de esta decidió ya no escuchar y hacer oídos sordos.
Debía rebajarse a ser un débil y sumiso omega según su madre olvidando la casta con la que había nacido, no iba a permitir que un alfa bastardo le ganará ni lo dominara.
Lo único en lo que pensaba en ese momento era una forma de librarse de sus regaños e ir a la calle de la seda, sin duda prefería rodearse de putas que escuchar un segundo más a su madre y abuelo diciéndole como comportarse, estaba decidido en cuanto terminaran su perorata correría por los pasadizos hacia la calle de la seda donde era bien recibido.

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Se que no es lunes pero ya llevo tiempo sin publicar nada, así que disfrútenlo y vine a aclarar también que puede que esta historia no termine en final feliz eso no es seguro, lo que si es seguro es que haré sufrir tanto a Aegon como sufrieron todas la niñas que violo y lo voy a disfrutar y ellas también.
Bien con eso dejo en claro a quien apoyo, arriba los negros.

Se me olvidó ponerle título, jajajajajajajaja weno ya, para su deleite.

Tambien olvide disculparme con MariasLuisa porque le dije que actualizarla el 1 de mayo y no se dio, lamento la espera.

Dos alfas- JaegonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora