JAMES
Intento con todas mis fuerzas centrarme en mis labores del día de hoy, pero me es imposible cuando tengo su adictivo aroma sobre mí todo el tiempo, tentándome, probando que tan fuerte es mi voluntad y por ahora voy perdiendo.
Ese aroma floral perfecto se ha instalado ya bajo cada célula de mi cuerpo, adhiriéndose a cada parte existente de mí y cuando creo que estoy por superarlo entonces en mi mente aparece el azul perfecto y celestial de sus ojos, recordándome que ahora lo único que quiero es estar junto a ella, sentirla cerca.
Pero eso ahora no es posible y estoy volviéndome loco.
Marie no conoce nada de este mundo, así que no puedo simplemente llegar y decirle que por mandato de una Diosa que ella ni siquiera conoce ahora debe pasar el resto de su vida a mi lado. Ya ha pasado por demasiado y creo que es justo darle un respiro antes de enzarzarla en otra locura.
—¿Puedes prestarme algo de atención, Alpha? —Me pide Dallas, ya harto de mi condición a lo largo del día—.
—Lo intento.
—¿Pues podrías intentarlo más?
—Me estoy volviendo loco.
—¿Entonces porque no solo acabas con esto y ya, Jamie?
—No es fácil, Dallas. —Me dejo caer del todo sobre la silla tras el escritorio—. Marie no conoce nada de este mundo.
—Tarde o temprano lo sabrá y lo sabes.
—No puedo obligarla a que simplemente me ame.
—Entonces, ¿Qué? ¿Planeas enamorarla?
Su tono es de pura burla, pero cuando ve que no me río el entendimiento lo hace reaccionar y su gesto de desaprobación no es algo con lo que quiera lidiar ahora.
—Vas a hacerlo. —Confirma, soltando un suspiro frustrado—. Esto puede salir mal de muchas manera distintas, James.
—O puede solo salir bien.
La sonrisa que pongo parece irritarlo más, pero no pienso borrarla. A mí me parece un plan muy bueno. Al menos es mejor que solo llegar y decirle que su destino es estar conmigo y no hay de otra.
Me niego a que crea que la tengo secuestrada, porque sé que eso es lo que pensaría de inmediato luego de todo lo que vivió con el imbécil de Draven Belhor a quien pienso cobrarle todas y cada una de las cosas que le hizo a mi Luna.
—¿Me apoyarás o no? —Lo presiono—.
—Sabes que sí, Jamie. —Me lanza un bola de papel—. Pero por mientras, ¿Puedes ir y darle un beso al menos para que te deje concentrar?
—Claro, ¿Y no quieres que la marque de una vez por todas? —Ironizo—.
—Eso en definitiva te ahorraría tiempo.
—Idiota.
Ambos reímos, al menos hasta que entra Anya quien hace que Dallas aparte su atención de mí y la fije por completo en ella.
—Ya debemos irnos, cariño. —Le avisa y este no pierde tiempo en ponerse de pie—.
—Lo siento, Alpha, debo arreglar algunos asuntos, pero si necesitas algo llámame o creo que también por aquí andaba Axel.
—Seguro, no te preocupes.
Le restó importancia e intento concentrarme de nuevo en los documentos frente a mí.
—¿Y James? —Le hago un gesto de que lo escucho—. Cassidy volvió esta mañana.
Regreso mi completa atención a él y por primera vez siento el apuro de encontrarme con Cassidy, pero teníamos un acuerdo y eso ella debe respetarlo.
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Mi Mate. Mi Luna
WerewolfLa Diosa Luna nunca se equivoca y está vez no es la excepción. El amor nace. Las mentiras yacen. La verdad surge. Enamorarte de alguien que es capaz de dar su vida nunca resultó tan fácil, ¿O difícil? [...] -¡Sueltame! -Me grita-. -¡Deja de huir! Le...