Mi Mate. Mi Luna

CAPITULO 7

JAMES

Se suponía que la noche debía ser perfecta, ese era el propósito y quise creer que Cassidy no sería un obstáculo para eso, pero esa creencia se vino abajo en cuanto sus comentarios llegaron a mis oídos, así que el decir que puedo convivir con ella en santa paz no es más que una mentira. Nadie que diga o haga algo para lastimar a mi Luna merece contar con mi amabilidad.

Intento centrarme en el ahora, en estar aquí con Marie, darle toda mi atención, pero la tarea se me complica cada que veo las miradas que Cassidy le dedica y estoy a nada de volverme loco porque esto está pasando por mi culpa. El que Cassidy esté haciendo algo que se juró nunca hacer no es más que mi culpa y por lo tanto es mi deber arreglarlo.

Marie esta de lo más entretenida con la historia de Beaumont, aunque me preocupa un poco que comience a preguntar sobre los mates, pero por ahora lo dejo estar ya que mejor momento para poner las cosas claras con Cassidy no voy a encontrar.

Me disculpo con mi Luna y me alejo de la fogata, pasando a un lado de mi ahora dolor de cabeza y le indico que me siga. Si vamos a tener esta conversación donde no tengo idea de que vaya a pasar tiene que ser lejos de oído de Marie.

—¿Qué sucede, Jamie? —Me pregunta cínicamente en cuanto estamos lejos de la muchedumbre—.

—Sé muy bien que sabes que sucede, Cassidy. —Digo sin rodeos, dejando a la vista mi mal humor—.

—Si lo supiera no te lo estaría preguntando, ¿No crees?

Deja a la vista su también mal humor y yo no puedo hacer más que dejar escapar una sonrisa sarcástica ante lo transparente de sus emociones y como quiere seguir pretendiendo que no pasa nada. Me conoce y sabe que esas actitudes conmigo no van para nada.

—Bien entonces iré directo al punto.

—Me harías un gran favor, James.

—Lo que sea que tengas con Marie déjalo estar, tú y yo dejamos las cosas claras desde un principio, lo nuestro termino hace mucho así que no me hagas adoptar un papel que no quiero. —Alego intentando con todas mis fuerzas no exaltarme—. No por el respeto que le tengo a tu primo.

—No tengo idea de que me hablas. —Intenta irse, pero no se lo permito—. ¡Estoy aceptando a Marie justo como querías que hiciera, estoy conviviendo en santa paz!

—¡¿Entonces lo de esparcir ese comentario por toda la manada también lo hiciste por la santa paz?!

Atraemos la atención de varias personas y es entonces que reanudo mi calma. El exaltarme es poco propio de mí, pero es que el simple hecho de saber que alguien diga o haga algo en contra de mi mate hace que todo en mí se ponga alerta de una manera que jamás había experimentado.

—Una vez más no sé de qué me estás hablando. —Dice apenas en un hilo de voz, pero sin verme a los ojos—.

—¿Vas a negarme que tú eres quien ha estado diciendo que tener una mundana de Luna es una broma de muy mal gusto? —La reto, obligándola a que me mire—. Tú no eres una cobarde, Cass.

—Pues sí, te lo voy a negar. ¿Quién te lo dijo para que estés tan seguro?

—Charlize. —Contesto con simpleza—. Y ella podrá ser una oportunista, pero precisamente por eso tanto tú como yo sabemos que jamás miente.

—¿Ahora le crees más a Charlize que a mí?

—Ella no habla sin tener fundamentos. —Me encojo de hombros—. Así que dime, ¿Los tiene?

Me sostiene la mirada y me enfurece lo indecible el que quiera parecer ella la ofendida, aun cuando las pruebas han sido puestas sobre la mesa ella intenta mantenerse inocente y no odio más otra cosa que eso.