Say, I love you [Aomine Daiki]

Capitulo 7: Una nueva esperanza.

Hola a todo el mundo!!! les traigo un nuevo capitulo de esta historia que ya esta por terminar!! yeah!! (esta vez si es para siempre)

En el capitulo anterior habíamos quedado en una parte importante xD bueno acá ya todo eso acabo y tenemos como resultado una nueva vida. ¿Quieren saber de quien es el hijo de Nanao? xD No se los diré... Lean!

Por cierto! disculpen si tiene errores pero ya es muy tarde y no estoy segura si se me paso algo xDD

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El dolor se hacía cada vez más fastidioso y sentía que se desmayaría en cualquier momento. Caminó con dificultad hasta el living, vio el teléfono en una esquina de la habitación y prácticamente se arrastró al sitio. Intentó recordar el número de su hermana pero esta cambiada de teléfono como cambiar de zapatos, en ese momento solo un número llegó a su cabeza. Daiki.

Rogaba al cielo que el dolor se esfumará, aquello era más insoportable que las heridas hechas en algún momento por su secuestrador, al menos aquellas se desvanecerían con tiempo pero el sufrimiento físico que sentía, era peor a medida que pasaban las horas.

El sonido del marcado la desesperaba más, necesitaba a alguien que la ayudara en ese momento y sacara aquello que le causaba tanto dolor. Daiki al final contesto, luego de un largo rato.

– ¿Diga? –soltó el moreno, se oían muchos balones rebotando de fondo y él respiraba agitadamente.

–Daiki –dijo ella con dificultad –ayúdame.

– ¿Nao? ¿Qué ocurre? –el sonido de la voz de la pelinegra lo asustó.

–Me duele... él bebe.

Al escuchar aquello el rostro del moreno de desencajo, le dijo a la muchacha que iría en ese mismo instante, salió corriendo del gimnasio mientras le gritaba a su entrenador algo de un bebe y su "novia".

No tuvo tiempo de darse una ducha, ni menos de cambiarse la ropa. Subió agitado hasta el departamento de Nanao y al abrir la puerta vio a la chica sentada en el piso junto al teléfono.

– ¿Qué pasa? –pregunto Daiki acercándose nervioso hasta la chica.

–Sangre –logró decir ella mientras señalaba su entrepierna.

Aomine llevó su vista al lugar indicado y vio algunos hilos de sangre correr por ellas, era poco pero fue suficiente para dejarlo intranquilo.

–Iremos al hospital ahora –tomo con cuidado el cuerpo de la muchacha, aunque ella se negó al principio que Daiki la tocara, logro por convencerla cuando sus piernas no soportaron el dolor.

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–Aún falta un mes para el nacimiento de tu hijo pero ya estás en trabajo de parto –aclaró el doctor una vez término de examinar a la chica. –Eso es normal en las mujeres que son madres por primera vez, no se preocupen.

–Pero ¿Por qué sangro? ¿Está bien él bebe? –Daiki era el más preocupado en esa sala.

–Oh claro que está bien, la sangre que la paciente vio es solo el tapón. Aquello protege el cuello del útero y evita las infecciones, es algo normal así que no hay de qué preocuparse. Por ahora el dolor disminuirá gracias a la anestesia que le inyectamos.

–Gracias –dijo la chica hundiéndose en la cama, dejar de sentir el dolor era algo reconfortante.

–Qué alivio que todo está bien –Daiki habló en voz baja pero aun así la muchacha logro escucharlo.