Say, I love you [Aomine Daiki]

Capítulo 2: Amantes.

Hola a todos!! Bueno quería comentarles que, primero que todo, esta historia esta ardiente. Les traigo el tan anhelado lemmon que muchas de las personas pidieron >_

PD: puede tener partes muy explícitas así que no que sí hay alguien menor de 13 por favor no lean. Si lo hacen, será bajo su responsabilidad.

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Tomó a la chica de una mano y la llevó hasta su casa. Al llegar inmediatamente la acorralo contra la muralla y miró con lujuria todo su cuerpo. Ella sintió como un escalofrió la recorrió completa.

Paso una mano por su cintura con nerviosismo mientras que su boca se acercó a la de ella. Nanao se apoyó contra el pecho del chico, sintiendo como su calor la envolvía lentamente. Los labios del moreno se posaron con cuidado en los de ella y los bellos de su piel se erizaron, la beso de una forma totalmente diferente de hace un par de años.

Movía sus labios con lentitud, disfrutando del contacto y las pequeñas descargas eléctricas que aquello enviaba a su cuerpo, la respiración de la chica y la suya estaban casi sincronizadas. Ella paso sus brazos por el cuello de Daiki, aferrándose a él y a aquel beso que no sentía hace bastante tiempo.

Buscaba el sabor de sus labios, aquel que recordaba con el más mínimo detalle y que extrañaba más que a nada, entre tantos besos el calor en su cuerpo comenzó a incrementar, pasó la mano por debajo de la blusa de Nanao y el contacto con su piel fue como si se fundiera en fuego.

Ella se apartó lentamente del chico, y susurró su nombre tratando de frenar las caricias del joven.

—Daiki... —soltó —Lo siento.

Al escuchar aquello Aomine quedo desconcertado ¿Por qué se estaba disculpando?

— ¿Que sucede?

Nanao aparto con cuidado a Daiki.

— Lo siento, no puedo hacerlo —dijo sonriendo con tristeza y dio un paso hacia la puerta.

El moreno logró tomar su brazo deteniendo su camino.

—Espera ¿Qué quieres decir?

—No puedo hacer esto, más bien, no puedes estar conmigo. —y diciendo aquello trato de escapar nuevamente.

—No dejare que te vayas —soltó el moreno — ¿Por qué dices que no puedo estar contigo?

Nanao se llevó una mano inconscientemente hasta su abdomen. Daiki vio aquel leve movimiento y se acerco un poco más.

—Mi cuerpo ya no es el mismo que antes— respondió con tristeza —lo siento, no soy la chica que quisieras en tu cama.

— ¿Que diablo dices?

—Daiki... Por favor...— la chica luchaba para contener algunas lágrimas —No quiero que me veas así, que sientas asco de mi.

Aomine se movió con velocidad y acorralando nuevamente a la chica desabrochó rápidamente su blusa. Intentó protestar pero las manos del moreno fueron más rápidas. Pasó sus dedos por las cicatrices de la chica, ella se retorció un poco mientras protestaba pero Daiki de pronto se arrodillo ante ella y se aferró a las caderas de esta con suavidad. 

—D—Daiki... ¿Qué haces? —preguntó nerviosa.

Deslizó sus labios por cada marca en el cuerpo de la chica, besando con delicadeza aquellas heridas blanquecidas. Las piernas de Nanao temblaban y cayó al piso con su rostro lleno de lágrimas.

— ¿Que estás haciendo, tonto? —empujo con suavidad al chico al quedar frente a él pero Daiki solo pudo sonreír hacia ella.

—Eres la mujer más hermosa del mundo, y nada me hará cambiar de opinión. —paso su mano por el cabello de la chica y acercó con poder sus labios. —Te amo... —susurró sin separarse de ella.