Say, I love you [Aomine Daiki]

Capitulo 5: No sientas lastima por mí.

Hola a todos! lamento enormemente haber tardado tanto en actualizar pero mi pc aun sigue con problemas, de hecho esta parte la hice a través del móvil :( Así que informo de ante mano que si tiene algún error o algo así, les pido mil disculpas. u_u en fin, les dejo el capitulo y una cancion para esta parte (aunque dirán que me equivoque de anime xD) En fin, espero les guste y eso u__u

Disculpen si es algo "corto" pero todo estos problemas me han tenido algo desconcentrada

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No era extraño ver policías en aquel hospital pero para Daiki era algo absurdo que Nanao tuviese que ser vigilada, sin duda ella era la víctima en toda esa situación.

El moreno estaba en la sala de espera junto a sus amigos: Tetsu, Momoi y Kise, además de la hermana menor de Nanao; Ran, quien estaba feliz al saber que su hermana estaba viva, pero angustiada cuando supo en las condiciones que se encontraba.

- ¿Por qué tardan tanto? -protestó Aomine inquieto, no podía estar sentado en aquella situación y caminaba de un lado a otro, casi lanzando llamas por los ojos.

-Aominecchi, por favor calmante. Es necesario que los doctores examinen a Iriyecchi - habló el rubio pero sus palabras fueron inútiles para Daiki.

A los minutos después, un abogado llego junto a los jóvenes. Aquel hombre era el encargado en el caso de Nanao y traía las noticias de la justicia.

-El caso se ha cerrado. La familia del imputado no se presentó y el juez estuvo de acuerdo en que Nanao actuó en defensa propia -el hombre miró a Daiki, quien era la persona que lo había contratado - Puedes estar tranquilo, ella no irá a prisión ni nada por el estilo. Puedes llevarla a casa después que salga de aquí. -apoyó su mano en el hombro del moreno, y este sintió como él apoyó de aquel desconocido llegaba a su piel.

-Gracias por su trabajo -agradeció él.

Después de quince minutos en los cuales Aomine pudo respirar un poco sabiendo que su chica no tendría que vivir encerrada en una prisión pero su preocupación seguía al no saber el estado medico de esta. Sus ojos se levantaron cuando una enfermera llamó a Ran, ella como la única familiar de Nanao era la portadora de las buenas y malas noticias, ambas desaparecieron por un pasillo y el corazón de Daiki pareció acelerarse más de lo normal.

Al poco tiempo Ran apareció de nuevo junto a los chicos en la sala de espera, su rostro estaba pálido como si hubieran echado un tarro de pintura sobre ella y sus piernas temblaban ligeramente.

- ¿Que paso? ¿Como esta? -preguntó Daiki acercándose a la menor con desesperación.

Los labios de Ran dudaban en dejar salir lo que acababa de oír, aquello la estaba quemando por dentro y sabía que si alguien más lo sabía, en especial Daiki, sentiría el mismo dolor que ella o incluso más.

- ¡Habla de una vez! -gritó Daiki hacia Ran zamarreándola por los hombros.

La chica miró al moreno y algunas lágrimas cayeron por sus mejillas, Kise se acercó enseguida para separar a Aomine de ella, agarrándolo fuertemente del brazo y en ese mismo momento, los sollozos de Ran se hicieron más fuertes.