13.- El Club (Parte final)

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Natasha había estado tentando a ambos durante minutos, y ese trasero balanceándose resultó ser la gota que colmó el vaso para ambos, ella se adelantó y besó en los labios a Peter, los ojos del castaño se abrieron por un momento y luego se cerraron mientras se relajaba en el beso. Wanda simplemente se sentó en el sofá, congelada en estado de shock. No sabía cómo se suponía que debía sentirse al ver a su marido besar a otra mujer justo frente de ella, pero no se sintió obligada a pedirles que se detuvieran. Más bien, la rubia sentía algo de morbo verlos así, besandose

—Finalmente —murmuró ella— Lamento si lo besé, creo que no tengo permitido que...—Pero Wanda la interrumpe.

—Puedes, solo no tan...pasional.

—Okey, puedo cumplir con eso —Luego se sumergió de nuevo, esta vez iniciando el beso ella misma. Sus besos solo se volvieron más intensos a medida que pasaban los segundos pero trata de controlarse y no hacerlo personal.

Natasha moldeó su cuerpo contra el de Peter, sus grandes pechos presionando contra su pecho. Sus manos rozaron la parte baja de su espalda y tomó su trasero con firmeza a través de su vestido. Wanda podía sentir crecer su propia excitación mientras los miraba, y su mano se deslizó entre sus piernas para frotarse. Natasha lo vio por el rabillo del ojo, y fue entonces cuando rompió el beso de verdad.

—No te quedes ahí sentada y juegues contigo misma —dijo Natasha, sonriendo— Es noche de tres.

Wanda no necesitaba más invitación que esa.

Se levantó de la cama e inmediatamente Natasha la agarró de la mano, la abrazó y la besó. Wanda nunca antes había besado a otra mujer, pero al instante decidió que le gustaba. Al menos le gustaba besar a esta mujer en particular

Los labios de Natasha eran suaves contra los suyos, más suaves que los de cualquier hombre que jamás hubiera sentido, y sabía bien. Sabía tan bien que cuando retiró los labios, Wanda la siguió instintivamente, buscando más.

—No dejemos que Peter se sienta excluido”, dijo Natasha riendo. Agarró a Wanda por los hombros y la reorganizó para que quedara entre ella y Peter, posicionándolos para que estuvieran parados en un triángulo. Un triángulo muy cerrado, apretado, lo suficientemente apretado como para que todos pudieran besarse y tocarse fácilmente. 

Un minuto Wanda estaría besando a su esposo mientras Natasha le apretaba los senos desnudos, al siguiente lamía y chupaba el cuello de Peter mientras él se besaba con la otra mujer, y al siguiente las dos chicas se besaban y Peter las acariciaba a las dos, un asno de cada uno.

Empezaron a sentir calor y además de la música, gemidos al fondo proveniente de la orgía que se estaba dando. Solo hacía que los tres pierdan todo tipo de razonamiento.

—Dios, eres tan caliente, Natasha —dijo Peter, pasando sus manos por su espalda y culo mientras Wanda estaba lamiendo y mordisqueando detrás de su oreja.

—Así es —Dijo Natasha en voz baja— Desde que los encontré a ustedes dos apunta de follar, ha estado esperando para mostrarles lo que puedo hacer.

—Entonces enseñanos —Reto Wanda ya en un tono diferente a lo que era tímida hace un rato.

—Pero primero ustedes dos necesitan desvestirme.

Peter y Wanda se pusieron a trabajar de inmediato. 

Por un acuerdo tácito, se ocupó de la parte de arriba de Natasha mientras que las manos de Peter fueron al cierre del vestido. Dado que ella no traía un sostén hoy, Wanda no tenía mucho que hacer una vez que se había ocupado de arriba. Sus manos acariciaban sus pechos. 

Una Fantasia Diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora