𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚅𝙸

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La luz de la bella mañana iluminaba todos sus aposentos, mientras veía el bosque a lo lejos, se quedaba perdida en imaginar que seria de este después de tanto

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La luz de la bella mañana iluminaba todos sus aposentos, mientras veía el bosque a lo lejos, se quedaba perdida en imaginar que seria de este después de tanto. Solo fue al bosque una vez, cuando tenía 4 o 5, la edad exacta no es precisa, pero recuerda muy bien la sensación de misticismo y magia que había alrededor.

Escucho a sus tres pájaros cantar al unísono, Granada y Zafiro se habían ido hace un par de años, pero dejaron consigo a tres preciosos canarios, sus hijos. Granada II, Azulejo y Rubí.

Se acercó a ellos para mirarlos más de cerca, tenían la puerta de su jaula abierta y ni aun así salían de esta, a lo mucho se posaban en su dedo o a su lado.

—A veces me pregunto porque les gusta tanto esa jaula de oro —les habló como si pudieran responderle—, me pregunto si les gustaría ser libres, porque a mi si.

Alguien tocó a su puerta, sin pensarlo dos veces respondió “pase”.

—Señorita, el desayuno le fue traído a sus aposentos como pidió.

Alzó la vista para poder apreciar a Inés, había quedado con una cicatriz en diagonal en la frente y una leve dificultad para caminar. Siempre se culpaba por su condición, pero su padre por haberla salvado, le recompenso con una generosa cantidad de dinero; y le aseguro a su familia trabajo bien pagado.

No recuerda bien detalles de aquel ataque que sufrieron, pero si lo general, aquella bestia negra no se escapaba de sus malos recuerdos, pero tampoco un lobo gris que recuerda fue la razón por la que pudo salir del bosque.

Aun así, Inés fue de las pocas múltiples niñeras qué pasada su infancia, se quedaron como su servidumbre personal.

—Gracias Inés —se dirigió a ella con suavidad y cariño—. ¿Le avisaste a mi padre?

—Si señorita.

De seguro y no le importó, pensó con desgane.

—¿No gustan tu y las demás acompañarme a desayunar? —con su servidumbre más cercana, podía tener momentos como este.

—Las demás están muy ocupadas, sería solo yo por ahora.

La peli-___ le invitó a sentarse con ella y eso hizo.

—¿Quieres que te sirva té? Tengo que practicar para cuando asista a una fiesta de té.

—Muchas gracias señorita —respondió la de cabellos miel.

—Y dime, ¿qué están haciendo todas?

—Trabajan lo más rápido que se pueda para salir hoy temprano señorita.

—¿Salir hoy? —volvió a preguntar.

—Como usted tendrá su baile de presentación, el pueblo entero esta de dicha, su padre ha organizado dos días de feria, hoy y mañana —explicó mientras tomaba su taza.

𝑼𝒏𝒕𝒐𝒖𝒄𝒉𝒂𝒃𝒍𝒆 𝑩𝒆𝒂𝒖𝒕𝒚 ༒ 𝙳𝚎𝚊𝚝𝚑𝚆𝚘𝚕𝚏 𝚡 𝙵𝚎𝚖 𝚁𝚎𝚊𝚍𝚎𝚛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora