Capítulo №21

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Después de discutir con Tobías porque me encontré a varios fumando porro en la sala, decidí darme una ducha. —El olor a pizza en mí se sentía a kilómetros—. No es que me moleste que fumen, sino el hecho del olor que queda en el lugar, quien limpia la maldita casa soy yo.

Mi hermano obviamente no me dió mucha importancia y literalmente me lo tuve que fumar. No quiero ser aguafiestas, pero no me gustan esas ondas. Como la mayoría ya se ha ido, sólo han quedado los que harán karaoke, fumarán o beberán, y espero nadie se haya quedado para tener sexo, y por ese alguien me refiero a Jane y mi hermano. Sé que yo he tenido sexo en el sofá con Et, pero no fue tan evidente y además Tobías no se enteró, pero me jodería mucho que cogieran en mi cara, qué asco.

Cuando termino con la ducha me enrosco una toalla en el pelo, me pongo una tanga y salgo del caluroso y vaporoso baño al fresco de mi habitación. Pero nada más abrir la puerta y mirar hacia mi cama me llevo un susto terrible.

—¡¿Qué haces aquí?! —inquiero a la par que cubro mis senos, sonríe y niega divertido.

—No es nada que no haya visto antes —responde y se pone de pie.

Yo me acerco rápido al mueble y dándole la espalda, busco mi vestido de verano.

—No importa si me viste desnuda antes —me quejo—, no puedes entrar sin permiso.

—Si me das la espalda es peor.

Suelta ignorando lo que acabo de decirle. Cuando me coloco el vestido, me giro y acerco hasta la mesa de noche a buscar mi cepillo.

—No me has dicho qué mierda haces aquí —espeto un poco molesta.

No es que me moleste que me vea desnuda y eso, simplemente no me gusta que se aparezca así en mi habitación a oscuras y como un delincuente. Me trae malos recuerdos de cuando me espiaba y acosaba. Y lo peor es que yo como estúpida terminaba teniendo sexo con él.

—¿Puedo usar tu baño? Quiero ducharme —Levanta la mano y me enseña unos bóxer y short limpios.

—¿Qué tiene el baño principal?

—Tiene bañera —Ethan está parado a unos pocos centímetros de mí y a pesar de estar a oscuras, veo miedo en sus ojos.

«¿Bañera? ¿Acaso los baños no suelen tener bañera?».

—¿Y eso qué? —pregunto curiosa y veo la extraña mueca que hace.

—No me gustan las bañeras, no puedo mirarlas. Y el baño de Tobías está ocupado, todos están bañándose.

Quiero preguntarle por qué no le gustan las bañeras, por qué no puede verlas y les teme, pero no quiero fastidiarlo.

—Claro que puedes. —Sonríe ampliamente y veo en cámara lenta cómo se quita los pantalones frente a mí.

No quiero mirar pero lo hago, lo veo completamente desnudo. Ay, por qué.

—Gracias. —Pasa por mi lado y no aguanto, me giro para seguir viendo, pero lo encuentro parado mirándome y riéndose a carcajadas—. Lo sabía —afirma con arrogancia—, sabía que me mirarías el culo.

Ethan se pierde un buen rato en la ducha y mientras yo me cepillo el cabello y arreglo. Puedo oír que están probando el micrófono y se oye bastante fuerte. Espero los vecinos no se quejen, suelen ser bastante gruñones. Alguien golpea la puerta y echando un vistazo hacia la puerta del baño y corroborando que Et no sale, abro.

—¿Qué pasa? —Le pregunto a Tobías y su inquisidora mirada.

—¿Ya estás lista?

—Sí, ya salía.

Castigo Caos#2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora