♾Infinity♾//Sung Jin-Woo [II]✔

Capitulo 34

Mientras tanto, para el monarca de la destrucción no había sido todo mas que una trampa. Cuando Sung Jin-Woo usando la piedra rúnica de Kamish paralizo a todo su ejercito, se acerco apareciendo de un momento a otro a un lado del monarca.

-Deberías seguirme- dijo de forma seria mientras lo tomaba bruscamente y con sus sombras se trasportaba a otro sitio.

Ambos aparecieron en una isla deshabitada, justo donde se encontraba el castillo construido. El de cabellos rojos miro a su alrededor tratando de saber su ubicación, obviamente no tenia idea y sabia que ejercito se encontraba demasiado lejos.

-¿Donde estamos?- pregunto curioso.

- En la otra punta de donde estabas- contesto simple el pelinegro. Se sentía el dominio del monarca de las sombras un poco mas elevado en aquel sitio. Su ejercito estaba allí.

- Es aquí donde hay un gran numero de soldados, eso es una ventaja para ti- dijo Antares mirando al contrario- si lo haces tanto, tu mana se agotara- dijo con cierta superioridad pero de forma amenazante- es una gran estrategia traerme aquí, por cierto- alabo- ¿Es tu ultima carta de triunfo?

- . asi es- dijo en un suspiro el pelinegro mirando hacia otro lado.

- Tienes una cantidad terrible de mana para un monarca de las sombras y crear tal espacio- agrego Antares.

-Aun asi..- en su mano derecha se apareció una de las dagas que le había dado Thomas Andre- creo que es tamaño adecuado para celebrar tu muerte- dijo con cierta burla mientras sonreía arrogante.

-Mientras mis soldados, vamos a pelear hasta lo que aguantes- sonrio en cambio Antares mientras comenzaba a cambiar. La gran bestia dragón se dejo ver en todo su esplendor. El ejercito de las sombras apareciendo también.

Los siguiente minutos no fueron mas que pura pelea y lucha, el ejercito de las sombras pelearon en conjunto hizo creer por un momento al pelinegro que tenia todo bajo su control, cuando las cosas no eran asi. Había mucha diferencia entre ambos, y lo supo luego de que el monarca de la destrucción devolviera el ataque.

El grito del dragón que había paralizado a todas las sombras obligando al pelinegro a que volvieran a su sombra. Cayo al suelo luego de que la inmensa cantidad de fuego intentara alcanzarlo luego de hacer desaparecer a Kaisel.

-Esta es la realidad- dijo el dragón- el avatar de la destrucción, que no duda en sacrificarse en aras de la guerra furiosa, la amalgama de sangre, grito, locura y destrucción. Un ser creado únicamente para la guerra. Ese soy yo, Antares- la inmensa bestia se ergio en sus patas dejándolo ver invencible- el rey de los dragones y monarca de la destrucción.

Mientras tanto Jin-Woo miraba y pensaba lo que había sucedido, aun sin incorporarse de haber saltado del lomo de Kaisel, esperando apoyándose en una de sus rodillas en el suelo. Miro en cambio, cuando el monarca volvió a su forma humanoide.

-No tienes que estar tan nervioso, monarca de las sombras- dijo mientras se acercaba algunos paso- cuando me agarraste el brazo, pude haberme liberado fácilmente. Pero no lo hice porque me impresionaste al arrinconarme y como compañero de los monarcas, quería tener una conversación tranquila con usted.

Sung Jin-Woo se coloco de pie mirando al contrario con cautela. Sus ropas estaban mas que dañadas dejando ver su torso al descubierto. Miraba atentamente cada movimiento del pelirrojo esperando algún ataque, siempre en alerta.

- Si has heredado los recuerdos del anterior monarca de las sombras, entonces ya debes saber esto...- pauso un poco- nuestro ultimo enemigo no es este mundo, sino el que existe mas haya de los cielos. El ejercito de los gobernantes. Su único sentido de existencia, es destruir a los monarcas que nacieron en la oscuridad y el monarca de las sombras no es una excepción.

La vista en el otro era fija, se analizaban constantemente. Jin-Woo estaba serio escuchando cada palabra.

- Estaba planeando eliminarte y prepararme para luchar contra ellos, pero he cambiado de opinión al ver como luchas- admitió- posees un conjunto de talentos diferentes a comparación de Ashborn y vi nuestra gloriosa victoria con tus talentos. Si quieres que deje vivir a tu familia lo hare. Si quieres que preserve tu país, también lo hare. Si deseas que yo y mis soldados abandonemos la tierra, me ire tranquilamente- se acerco unos pasos mas- conviértete en el dueño de esta tierra, y no estoy hablando del castillo en las colinas, me refiero a todo el planeta. Tu posees esas cualidades- extendió su mano hacia el pelinegro- todo lo que tienes que hacer- sonrio de lado- es tomar mi mano.

Luego de eso, las palabras que siguió diciendo el monarca casi no las escucho, se oían distantes, con interferencia. Ya tenia una respuesta desde que se dio cuenta por donde iba la charla, no era necesario escucharla completa, pero eso no hizo mas que enojarlo aun mas.

- ¿Qué te parece monarca de las sombras?¿ Te unirás a mi?- pregunto.

- NO ME HAGAS REIR- contesto en cambio el pelinegro, la mandíbula tensa mientras sonreía con amargura y miraba con odio al contrario, sus ojos se habían vuelto negros por completo mientras su iris de un violeta intenso- ¿Esperas que te crea cuando tus ojos gritan que quieres matarme?

Y no era solo eso. El enojo y sed de venganza luego de lo sucedido con Akira, otro peón enviado por ese ser delante suyo se había sumado desde antes.

- Supongo que no puedo ocultarlo- dijo mientras se tapaba medio rostro con una de sus manos mientras sonreía como un maniático- esta fue mi ultima misericordia para ti, entonces prepárate, monarca de las sombras.

En ese instante, Antares volvió a tomar su forma original y no dudo en atacar al pelinegro quien salto esquivando la enorme para con garras del dragón, dispuesto a llamar al suyo, cuando una energía le reboto. Abrió sus ojos de golpe ante el rugido y como bajo sus pies antes de comenzar a caer, se encontraba arriba de un dragón metálico.