LOVE TRIANGLE ━━Rinney

Capítulo 32.

Aunque de vez en cuando se burlaban de Robin, también se distraían hablando sobre otros temas al azar, Jacob se sintió cómodo con ellos, el ambiente se había tornado cálido con ellos.

***

Para sorpresa de todos, el primer día de clases se había ido muy rápido, Finn le aviso a Gwen que se iría a casa de Robin a dormir, la menor se despidió de él abrazandolo con fuerza y le pidió que se cuidará ante cualquier cosa.

Ambos chicos caminaron a la casa del moreno tomados de la mano, algunos miraban a los adolescentes con asco, a otros no les importaba y otros estaban orgullosos de ellos.

Robin abrió la puerta y dejo que su novio entrará primero, el azabache colocó sus llaves en un trastecito que les había puesto María para que pusieran sus llaves.

–Al parecer no hay nadie –los dos chicos se sonrieron y subieron a la habitación del morocho con sus mochilas en mano –¿sabes algo? Aunque me encantó el chupeton que me hiciste, no me gustó que TODOS nuestros amigos se rieran de mi.

–Ay, lindo. No les hagas caso –Robin tomó la cintura de su novio y lo pego a su cuerpo, el morocho unio sus labios con los del rizado, el chico de pañoleta nunca se cansaría de ese dulce sabor a cereza de los labios de Finn Blake.

Robin no se imaginaba que después de esperar casi tres años para que Finney Blake se fijará en él, ahora era su novio y podía besarlo todas las veces que él quisiera, cuando quisiera y a la hora que sea.

El beso comenzó a subir de intensidad, la habitación del morocho se sentía cada vez más caliente de lo normal, los dos chicos sentían algo de calor, así que se sacaron la camisa que llevaban abajo, Robin rompió un momento el beso en busca de aire y sin decir nada, dirigió sus labios al cuello del rubio, este soltó un leve suspiro al sentir los labios de su novio en su cuello.

El de rulos pudo sentir que su espalda tocaba la pared de la habitación de Robin y las manos del morocho acariciando sus caderas por debajo de su camisa blanca, el rubio soltaba suspiros y jadeos ante aquella sensación, sólo sabía que le gustaba y mucho, Robin cada que podía mordia y succionaba cada parte de la piel de ese lindo rizado, el ojimiel se aferró a la camisa del morocho, un gemido salió de sus labios.

El rubio le quito la camisa a Robin y el moreno le quito la suya, el calor en aquella habitación había aumentado, el chico de cabellera larga alzó con facilidad al rubio y ambos se dirigieron a la cama, aún besándose, Robin rompió el beso agitado y después beso el cuello de Finney, el de rizos suspiraba y jadeaba ante eso.

Luego de un largo rato de una sesión de besos, ambos chicos terminaron agotados y agitados, Finn se levantó de la cama de Robin y fue al baño, pero vaya que se llevó una sorpresa al verse en el espejo.

–¡Robin! –se queja el rubio, el moreno al escucharlo sólo soltó una risa, aquello hizo enojar al menor, el de rulos tomó una almohada y corrió con ella hacía su novio, el moreno tomó rápidamente una almohada y con ella logró darle al rizado, Finney hizo lo mismo con Robin, el morocho no tenía puesta su camisa y se veía bastante bien sin ella.

–Risitos, se te está cayendo la baba –dice Robin algo divertido, el rubio se sonrojo a más no poder cuando oyó eso.

–Eres un idiota, Arellano –se queja el rubio y después sintió las manos del morocho en su cintura desnuda.

–No puedes evitar amarme, lindo –susurra el pelinegro en el oído del ojimiel.

Finn puso sus manos en el cuello de su novio, mientras que este abrazaba la pequeña cintura del rubio, el de rulos escondió su cara en el cuello de Robin, en serio que había extrañado abrazarlo.