ˢᵃᵛᵉ ʸᵒᵘʳ ˡᵒᵛᵉ / 𝐬𝐮𝐚𝐲𝐞𝐨𝐧

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El ayudante suspira, sacude la cabeza, cuadra los hombros y dice "No voy a hacer nada de eso", dice. "iVas a hacer una tarta con sabor a vainilla y punto!".

Siyeon, a pesar que no se siente tan identificada con los pasteles, no le importa esto en lo más mínimo, aunque se siente decepcionada porque no pudieron hacer el favorito de Bora.

Bora, en cambio, refunfuña en voz baja justo cuando el hombre se va. "Si quería darnos vainilla en primer lugar", dice, "ientonces por qué nos pregunto!".

Siyeon sacude la cabeza, soltando una carcajada en voz baja.
Le recuerda a Yoohyeon eligiendo la comida por ellos en un restaurante cuando insisten en pedir el favorito del otro.

"¿Te ríes?", pregunta Bora, juntando sus hombros. "¿De verdad? ¿te ríes?"

"Tendrías que haber elegido la esencia de fresa", dice Siyeon con una mirada mordaz. "Podrías haber tenido tu favorito".

"Pero... pero tú eres mi favorita, Siyeon", el susurro de Bora se oye incluso por encima del estruendo general de la habitación. "Lo que te gusta se convierte automáticamente en mi cosa favorita".

Siyeon se gira para mirar a Bora, que parece realmente molesta por el giro de los acontecimientos.

"Oye, ¿estás bien?"

"Es que", empieza ella, y luego resopla, dejando la bolsa de harina sobre la mesa. Su delantal tiene huellas de manos de la harina que aún no han usado. "Quería que este viaje fuera perfecto para ti. Te obligué a venir a rescatarme aquí.
Y hoy ha sido... lo he estropeado todo, así que realmente quería que el pastel fuera perfecto, ¿sabes?"

"Lo sé", dice Siyeon, un poco sin aliento. Se acerca a buscar la harina que ha encontrado su camino en la mejilla de Bora y la frota suavemente. "Bora, el viaje es perfecto para mí"

"¿Lo es?"

"Por supuesto", responde instantáneamente Siyeon. "Tiene que ser perfecto porque tú estás aquí".

"Oh", dice Bora, mirando a Siyeon como si fuera portadora de buenas noticias.

Siyeon se acerca y rodea con sus manos las de Bora. "No estás estropeando nada", asegura Siyeon. "Yo... tú eres perfecta, ¿vale? Así que, por favor, no te preocupes por eso"

La sonrisa de Bora es luminosa. "¿De verdad?"

"De verdad", dice Siyeon, apretando sus manos.

Una ligera tos los saca de su ensueño. La fuente de la tos es la instructora de repostería, que parece divertida más que nada.

"Ahh, jovenes ", comenta, y luego se asoma a su puesto de repostería. "Supongo que no has oído las instrucciones que acabo de dar".

Poniendo su mano sobre la de Siyeon, Bora chilla: "No,
¡sería increíble si pudieras repetirlo de nuevo!".

"Por supuesto", el instructor se ríe de buena gana y les indica cómo proceder.

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Dos horas y diez más tarde, Siyeon y Bora presentan su pastel completamente decorado al final de la mesa.

Su tarta, cubierta de glaseado blanco con fresas y limones pintados con un tubo (pintar en una tarta es muy diferente a pintar en un papel, se dan cuenta Siyeon y Bora), lleva escrito "Siyeon + Sua". No es la idea más original de entre las más extravagantes y su tarta no es la mejor del taller, pero es, como la describe Bora, "inuestro bebé!".

"¡Es nuestro bebé el que hemos hecho!" exclama Bora.

"El mismo bebé que nos vamos a comer", exclama Siyeon, mirando el pastel con cansancio.