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- ¿Alya? - pregunto dudoso mientras abro la puerta del despacho lentamente - perdón, creo que me he equivocado

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- ¿Alya? - pregunto dudoso mientras abro la puerta del despacho lentamente - perdón, creo que me he equivocado.

- No lo has hecho Fati, te estaba esperando - responde la chica y yo hago una mueca dudoso - he hablado con Eric antes, así que no te preocupes, soy yo a la que estás buscando.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - hablo mientras me siento en el sillón que ella me ofrece obteniendo el silencio como respuesta - ¿de que conoces a Eric?

- Conocí a su hermana un día borracha de fiesta - informa y yo hago una mueca extrañado antes de negar con mi cabeza - como ambas íbamos en condiciones un poco deplorables, me llevo a casa y ya.

- Es coña ¿no? - respondo y ahora es ella quien niega con su cabeza - me cuesta creer que Eric te tenga, en tal alta estima, si la primera vez que te vio fue borracha, la gente no es muy cuerda con alcohol en sangre.

- Para empezar, los psicólogos tenemos vida fuera de nuestro trabajo - comenta antes de  encogerse de hombros - eso si, García desde entonces no se fía de mi instinto protector y manda a otros con su hermana, alega el muy imbécil que es que soy mala influencia.

- No me puedes pedir que te crea esto - aviso y ella me mira a los ojos - se supone que con tu psicólogo debes tener una confianza que no tiene nombre, y a ti te conoció de fiesta, es que es un sin sentido en si mismo.

- Es el primer día, no te conozco de nada así que no tengo porque mentirte - avisa antes de sonreír - es tu primer día, me hago una idea de porque estás aquí, pero no sé, dime por donde quieres empezar.

- ¿Qué tal por el punto en que uno de mis mejores amigos me está pidiendo que confié en una psicóloga que conoció de fiesta? - protesto sorprendido y ella rueda los ojos - normal que él no levante cabeza, es que parece que no tiene dos dedos de frente.

- Voy a obviar la falta de respeto hacía mi trabajo solo porque es tu primer día, pero como en la siguiente cita me sueltes otro comentario así a lo mejor le propongo a tu club que lo mejor es buscarte salida - anuncia y yo la miro seria - te recuerdo que trabajo con Eric, esas miraditas a mi ya no me hacen ni cosquillas te lo aseguro.

- No voy a venir más - aseguro y ella asiente con su cabeza con gesto irónico - hablo muy enserio, creo que bastante tiene mi salud mental para que encima la deje en manos de alguien que no me transmite confianza.

- Pues hombre, si vas a estar aquí con mala cara coge la puerta que yo no te obligo a que te quedes conmigo - propone y yo me levanto del asiento caminando hacía la puerta- por si te arrepientes, te daré cita para dentro de unos días a la misma hora para no meterme en el horario de entrenamiento.

- No pienso volver - añado antes de salir de la habitación.

Corazón y MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora