G.M [FINALIZADO]

Capítulo 42

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Qi Hui se puso delante de Xia Xun.

"¡Imposible! Señor Chu, debe haber un malentendido".

Le preguntó Chu Anyu: "Entonces dime, ¿de quién fue la idea de que el Señor Qi viniera a la casa de té de Tongchang?".

Qi Hui tartamudeó: "Eso..."

Chu Anyu miró a Xia Xun.

"Fue la sugerencia de este asistente apellidado Dong, ¿verdad? Esos arqueros ya han confesado, diciendo que recibieron información de que Lord Qi tenía a un hombre apellidado Dong con él y que encontraría una manera de atraer a Lord Qi a la casa de té de Tongchang para que los arqueros lo asesinaran."

Qi Hui se quedó atónito, preguntando a Xia Xun: "Joven Maestro, ¿realmente eres tú?".

Xia Xun se limitó a mirar a Qi Yan, ignorándoles, sin dar ninguna respuesta.

Chu Anyu dijo severamente: "¿A qué están esperando? ¡Arréstenlo!"

Los soldados se arremolinaron y agarraron a Xia Xun, arrastrándolo lejos.

El alma de Xia Xun parecía haber desaparecido, así que no se resistió en absoluto.

Pero Qi Yan no lo soltó.

Incluso estando tan malherido e inconsciente, seguía apretando firmemente la muñeca de Xia Xun.

Cuando los soldados vieron esto, unos cuantos más se acercaron y empezaron a intentar soltar los dedos de Qi Yan.

Esto sólo hizo que Qi Yan apretara más fuerte.

La muñeca de Xia Xun palpitaba de dolor. Bajó la cabeza con dificultad, mirando la mano de Qi Yan. Su dedo meñique se había soltado, pero los cuatro restantes seguían aferrados a la mano de Xia Xun, sin soltarla.

Qi Hui se decidió y se arrodilló frente a Chu Anyu: "¡Incluso si el joven maestro es realmente un hombre infiltrado, Lord Chu no puede llevárselo!".

Dijo Chu Anyu con rabia: "¡El asesinato de un oficial de la corte es un crimen mayor castigado con la decapitación! ¡¿Por qué proteges al criminal?! ¿No será que eres su cómplice?"

Qi Hui se puso delante de Xia Xun.

"¡Qi Hui no conoce la ley y no sabe si es un criminal! Todo lo que sé yo es que mi señor está herido y moribundo. ¡Todavía está vivo porque el joven maestro está aquí! ¡Si el Señor Chu se lo lleva, mi señor no sobrevivirá!

Chu Anyu se sacudió las mangas con rabia.

"¡Ridículo! ¡Estás diciendo tonterías! ¡Que alguien arrastre también a Qi Hui!"

Qi Hui desenvainó su espada: "Señor Chu, si quiere matarme, estoy a su disposición. Pero si insistes en llevarte al joven maestro, ¡Qi Hui tendrá que luchar contigo!".

Chu Anyu le señaló y maldijo.

"¡Cómo te atreves! Soy el gobernador de Qingzhou, nombrado por Su Majestad, ¿por qué tú, un sirviente, te comportas tan irrespetuosamente delante de mí? Alguien, deme..."

Xia Xun habló, su voz muy baja.

"No hay necesidad de gritar. Cuando Qi Yan despierte, me entregaré y estaré a disposición del gobernador".

Las cejas de Chu Anyu se alzaron.

"¡¿Desde cuándo le toca al prisionero negociar los términos con las autoridades?! Este oficial..."