Capítulo 3

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Cuando Xia Xun se despertó al día siguiente, Qi Yan no estaba en casa.

La criada que le trajo el desayuno le dijo que se había marchado temprano por la mañana para ir a la corte.

Xia Xun pensó en la nota y le preguntó: "¿Puedo salir de casa?".

La muchacha sonrió:

"¿Se aburre el Joven Amo? Antes de que esta esclava entrara en casa, ha aprendido a tocar algunas piezas musicales. Si no le importa, ¿quiere que toque el qin para usted para aliviar su aburrimiento?".

Viendo la falta de interés de Xia Xun, añadió:

"Mi señor me dijo que te gustaba tallar unas figuritas de madera. Las herramientas y los materiales ya están preparados. Todo está listo, este esclavo te las traerá..."

"No hace falta". Xia Xun la interrumpió: "No necesito nada. Me gusta la tranquilidad. Dile a los otros sirvientes que no se acerquen a mí. Creo que son ruidosos".

Ella obedeció y se marchó.

Después de un rato, las voces fuera de la casa se desvanecieron cuando la criada pidió a todos que se retiraran fuera del patio. Se quedó sola en el patio, manteniéndose a corta distancia de Xia Xun.

De esta manera, si Xia Xun tenía alguna orden, ella sería capaz de escucharla inmediatamente.

La mente de Qi Yan era profunda, y su sirvienta no era tonta.

Xia Xun la miró fríamente y cerró la puerta.

Era suficiente.

Xia Xun conocía muy bien la estructura de la casa principal. Había una pequeña puerta en la parte trasera de la casa. Se acercó ligeramente y empujó la puerta en silencio.

Fuera de la puerta había un porche. Originalmente había varios sirvientes cuidando las flores y la hierba cerca de ella, pero la criada los había echado a todos.

Alrededor de la veranda había un jardín lleno de flores que terminaba en el muro oriental de la mansión Qi.

Era adyacente a la pared occidental de la Mansión Xia, y una parte de la pared era más baja que otros lugares.

En el pasado, Xia Xun a menudo trepaba por el muro para llegar hasta Qi Yan.

En aquel entonces, la Mansión Qi estaba en ruinas, con las paredes rotas y escombros por todas partes.

El padre de Xia Xun, Xia Hongxi, gozaba entonces de gran prestigio en la corte imperial, y su casa estaba tan ricamente ornamentada que se la calificaba de extravagante y lujosa.

Después de muchos años, la mansión Qi había recuperado su antigua gloria, y la familia Xia......

Xia Hongxi había estado muerto durante muchos años. Si no hubiera sido decapitado en público pero tuviera una tumba, los árboles de su tumba podrían haber crecido tres metros de altura.

La Mansión Xia estaba sellada, deshabitada y en mal estado. Xia Xun no necesitaba mirarla para saber el miserable paisaje que le esperaría dentro.

Volvió la vista a la Mansión Qi y se preguntó por qué Qi Yan seguía viviendo aquí.

Excepto por la renovación de las zonas dañadas, la disposición y decoración del patio no eran diferentes a las de antes.

La sección baja del muro seguía en su estado original, sin rastro de reparación, e incluso las begonias que crecían a lo largo del muro seguían en su lugar original.

G.M [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora