Hermanas ( Mónica )

Capitulo 1.

No he vuelto ser la misma, no desde ese día. ¿Puede alquien cambiar de la noche a la mañana? Bueno, pues el me demostró que si. Desde que vi lo vi ese día me había alejado de él y de todos nuestros amigos. Pero en fin, mejor les cuento desde un principio.

2 años atras: fiesta de mascaras.

¿Han sentido alguna vez un dellabu? Por que yo si, justo ahora

Estaba caminando y pase delante de unos hombres y a pesar qué sentí un escalofrío en ese momento, seguí con la cabeza bien alta. Unos de los hombres que estaba frente a mi me pitio, detuve mis pasos y me volteo donde el. Sin embargo, el no dijo nada, cuando iba a empezar la caminata de nuevo, el tipo me agarro del brazo muy fuerte.

— Todo esta bien, amor? — escuche una voz desconocida detrás de mi. Automáticamente el hombre que me estaba lastimando el brazo con su agarre, me solto - te esta molesto este señor? - me volteo para ver el hombre que me salvado de este señor, y me pregunto si estaba hablando conmigo o con alguien más. La máscara que llevaba puesta no me dejaba ver bien su rostro, pero aún así, sin verle bien el rostro, puedo ver que era alquien muy apuesto. Su traje completamente negro y su ojos verde esmeralda, son las cosas más bellas que he visto esta noche. Y no, no estoy exagerando.

— No, sólo hablamos — responde el señor al ver que yo no decía nada. No se quién de los dos estaba más nerviosos, el hombre al ver que mi "amor" se estaba poniendo muy serio preparado para dar el primer golpe. O yo, que no sabía quién era este hombre y que aún así me sentía a salvo solamente con ver eso ojos tan intenso, que me hipnotizaban. El hombre de ojos verdes, me miró esperando una respuesta que le indicará que todo iba bien.

— Si — intente con todas la fuerza de mi alma, que la voz me saliera normal. El hombre que aún no sabía quién era, pero aún asi le seguí la corriente, me tomo de la mano con mucha delicadeza como si, tuviera miedo de romperla, como si mi mano estuviera hecha de cristal. Nos alejamos de esos hombres y nos quedamos en una esquina. Me solté con la misma delicadeza que cuando me la tomó. Sentí un poco de frío al dejar su mano caliente — quién es usted?.

— Gracias, no? — dijo el con una sonrisa de lado que me dejó con la boca seca.

— Gracias. Quien es usted — volví a preguntar. El hombre frente a mi, se relamio los labios y abrió la boca. Pero me distraje cuando apagaron las luces y empezaron a cantar feliz cumpleaños.

Mis padres salieron de la cocina con un carrito y un gran pastel encima. Sonreí y camine donde ellos para recibir mi pastel, pero antes mire a mi lado derecho donde estaba el enmascarado de ojos verde, pero el ya no estaba. Hice una mueca dicimilada y Me fui donde mi pequeña familia, los abrace a cada uno. Escuché los aplausos de todas las personas que estaban ahí. Sople las velas y las apague. Todos volvieron a aplaudir pero esta vez acompañado por gritos. Me volteo, miró a mi alrededor para ver si lo veo, pero no. El extraño de ojos verde, ya no estaba y tampoco veía a los dos hombres que había visto al principio. Que raro. Pensé mientras mi hermana mayor. Margaret, me abrazaba una vez más, pero esta vez con su esposo, Jorge. Así que era un abrazo de tres.

— Feliz cumpleaños, Moni — susurro en mi oido.

Esa noche me acosté a las tres de la mañana, a pesar que la fiesta de mascaras se había terminó temprano. Pero las hermosas estrellas que habían esa noche me distrajeron. Con una copa de vino en las manos y apoyada en la baldosa del balcón de mi habitación contemplaba la bella vista. Cuando decidí que ya era suficiente, aunque nunca era suficiente. Pero tenía que levantarme en unos pocas horas. Entre y fui directo al baño para lavarme los dientes. Ya tenía mi camisón que uso para dormir, así que me metí en la cama y me tape con la colcha que había puesto esta mañana.