Capitulo 2

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Esos, ojos

Esos ojos verdes, que me hacia decearlo. No, no me hacían, me hacen, deseaba sus ojos, sus labios. Deseaba estar en sus brazos para el resto de mi vida. Se que suena loco ya que ni siquiera se su nombre, pero desde que lo vi en la fiesta, lo supe. Era suya de por vida. Mi cuerpo empezó a temblar de arriba a bajo, mi corazón latía como loco queriendo salirseme del pecho. No puedo explicar lo que me hacia sentir con solo su presencia.

— Estas bien? — su voz hizo que mi cuerpo se estremeciera completamente. Recordé el sueño que tuve con el, y mi rostro sufrió un baño de sangre. Una parte de mi seguía muerta de miedo por lo que pase con ese loco, que no me salía ni la voz, así que asentí como respuesta a su pregunta. El hombre que aún me tenía sujeta en sus brazos, me acarició la mejilla con la puntas de su dedos - ven, te llevaré a tu casa.

Empezamos a caminar hacia la salida del callejón, doblamos una esquina y vi un coche de un gris muy lindo. El enmascarado, me abrió la puerta de copiloto y me ayudó a subirme, veo como él le da la vuelta al carro y montarse. Me miró unos instante con sus intensos ojos. Tal vez para Comprobar que estaba bien, por qué desvío la mirada para prender el carro y así arrancar. El carro olía a hombre, y no es por que sea un hombre que lo conducía. Era como si le hubieran vaciado una botella de perfume para hombres. No era un olor exagerado, era uno suave y muy rico. Me le quedó mirando como una boba, como si fuera el diamante más bello. Cuando desvíe la mirada para mirar a través de la ventana desperté de mi hechizo. Vuelvo a mirarlo, pero esta vez con el seño fruncido.

— Quién eres tú?

— Acaso eso importa?

— Claro que si! — el me miró de reojo y luego me sonrió con esa sonrisa torcidas que aparecen en las películas.

— En ese caso. Soy Louis.

— No tienes cara de Louis — veo que se ríe a carcajadas, y os juro que es lo más bello qué he escuchado.

— Ah sí? Y de que tengo cara entonces?

— No sé, pero de Louis no es.

— Bueno — esperó a que diga algo más, pero no lo hace. Me le quedó mirando un rato, y luego arrugó las cejas.

— Espera, dijiste que me ibas a llevar a mi casa. Como sabés dónde vivo?

— Qué? No lo sé, tu me lo dirás.

— Cuando me lo dijiste, estabas muy convencido.

— Bueno — solo sabe decir "bueno"? Me pregunto a mi misma.

— Entonces, no me vas a decir dónde vives?

— Claro — le indico por donde debe ir. Me le quedo mirando por un rato. Es extraño. Cómo supo que estaba en peligro?  Que hacía en la fiesta de mi cumpleaños?  Y esa noche como supo que ese hombre me estaba molestando?  Esas preguntas rodeaban mi mente mientras lo veía. Mi mente me hizo una mala jugada y me hizo recordar ese sueño erótico que tuve con él. Meneó mi cabeza de un lado a otro, para quitar ese recuerdo de mi cabeza. Definitivamente ese hombre era misterioso y eso le hacía más atractivo y hacía que me interesará más. Nunca había visto alquilen como él en mi 21 años edad.

Acabó de 15 minutos, ya Louis se estaba parqueando frente a mi casa.

— A llegado a su destino my Lady — dijo, ahora mirándome, todo el trayecto no lo había hecho, solamente de reojo.

— Gracias, por todo — le mostré una sonrisa de boca cerrada. El solamente asintió a modo de respuesta. Me quité el cinturón y abrí la puerta, para bajarme. Pero su mano me detuvo, mire su mano en mi muñeca, qué otra vez lo había tomado con mucha delicadeza, como lo había hecho en la fiesta.

Hermanas ( Mónica )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora