Nuestra Menira

X

Luego de que el rubio pasara cinco días en el hospital, le dieron de alta y pudo regresar a casa.

Fue llevado por Tony en su auto y acompañados de Sarah que estaba súper feliz de tener a su hijo de vuelta en casa.

Al llegar a el hogar de los Rogers, pudieron ver a Nat y Bucky esperándolos en la puerta.

El rubio fue ayudado por su mejor amigo y Tony a bajar del auto y poder entrar a la casa.

- Al fin en casa - dijo el rubio al ser dejado en el sofá de la sala

- Te preparé algo de comer, debes tener hambre - dijo la rubia con una sonrisa

- Nosotros iremos por lo que haga falta - dijo Bucky mientras seguía a la señora Rogers al igual que la pelirroja

Mientras tanto Steve y Tony se quedaban solos en la sala mirandoce a los ojos y sonriendoce.

- Me alegra mucho que este devuelta en tu casa - dijo el castaño y abrazo al contrario

- Gracias por cuidarme tanto estos días, eres el mejor novio - dijo con una sonrisa el rubio

- ¿Novio? - pregunto extrañado el de ojos avellana, nunca lo había llamado así cuando estaba solos

- Que tonto soy, se me olvido preguntare - dijo con una sonrisa el ojiazul - ¿Querés ser mi novio? - pregunto el rubio mientras tomaba el rostro del contrario en sus manos

- ¿Encerio? - pregunto el castaño a punto de llorar

El ojiazul acintio y el castaño lo besó, estaba tan feliz, al fin había conseguido algo serio con su verdadero amor.

- Claro que quiero mi vida - dijo el genio luego de separarse de su beso

Steve lo abrazó y luego lo besó, no podía estar más feliz, tenía como novio a el amor de su vida.

- Al fin chicos, ya se estaba demorando - dijo la rubia mientras salía de la cocina

Ambos la miraron extrañados.

- ¿De qué hablas mamá? - pregunto el rubio sin soltar la mano de su ahora novio

- Hijo, no soy ciega, desde el momento que conocí a Tony pude ver como te miraba y como tu lo mirabas a el, siempre supe que se querían de verdad y eso me hace muy feliz, los felicito - dijo la rubia mientras abrazaba a ambos jóvenes

- Concuerdo con tu madre Steve, ya se estaban demorando demaciado - dijo Nat con una pequeña sonrisa

- Bueno, mejor me pongo a hacer el almuerzo, todos deben de tener hambre - dijo la rubia y se marchó a la cocina siendo seguida nuevamente por la pelirroja y su novio

[...]

Ya había pasado una semana desde que el rubio regresó a su hogar y en la semana tuvo que hacer tareas que le enviaban sus maestros, asistir a rehabilitación y recibió visitas constantes de sus amigos y novio (que en ocasiones lo acompañaba a las cesiones de rehabilitación).

Pronto acabaría el año escolar y eso significaba que el partido contra HYDRA se acercaba.

Este tema tenía nervioso al rubio, faltaban menos de dos semanas para el partido y claramente no podría jugar.

Sus compañeros de equipo lo visitaron un día y lo calmaron un poco. El rubio confiaba en su equipo y sabía que ellos podrían.

En este momento el rubio estaba sentado en uno de los sofás de la sala esperando que sus amigos y novio llegaran, ya que era viernes y tendrían noche de películas.