Lo seguí y me pareció extraño que Jest ya estaba en el comedor. Saco una silla y me hizo una seña con la mano para sentarme. Al hacerlo noté que Adrian rodeo los ojos, supongo que le parecía demasiado ridícula la forma en que Jest me trataba.
Se sentó en la silla principal quedando a un lado mío y Jest frente a mi.Adrian tomo una botella de vino que tenía enfrente y vacío un poco en su copa.
— ¿Quieres un sorbo mientras esperamos? — me preguntó tomando mi copa y asentí. Mis ojos se desviaron a sus manos, en la excitante y delicada forma de sujetarla, la firmeza con la que sostenía la botella, tenía una cadena en la muñeca y anillos que adornaban aún más sus varoniles manos.
Me di cuenta que tenía un tatuaje en el brazo porque al tomar mi copa se le recorrió un poco la manga de la camisa y se le notó.Sus manos tenían algo que me hacía querer tocarlas, sujetarlas y entrelazarlas con las mías, sus nudillos mallugados, sus dedos gruesos y grandes, las venas resaltando por su muñeca hasta llegar al puño.
Tomo la copa de Jest y le sirvió un poco también. Di un sorbo al vino y alterne la mirada entre ambos. El silencio se hizo tan incómodo que me salió un involuntario suspiro pesado.— Note que cambiaste el candelabro — mencionó Jest señalándolo.
¿En serio? ¿El candelabro? ¿Ese va a ser tu tema de conversación?— Sí. Al otro le fallaba una luz. — contestó elevando su copa.
— ¿Y no era mejor solo reparar la luz que comprar otro? — pregunté con tono absurdo.
— No, porque luego puede que la luz que le pongan no sea la misma, o falle otra. Entonces antes de que fallen más, mejor compro otro. — contesto sin importancia.
— Eres el típico cliché de hombre rico. — dije mirándolo con desinterés. — ¿Ya se conocían entonces? — está vez mirándolos a ambos. Jest asintió.
— Sí, el padre de Jest trabaja conmigo.— contesto Adrian — Bueno, perdón, — carraspeo — trabaja para mí. Y ha venido aquí con él varias veces.
— Así es, y siento llegar sin invitación Adrian,pero no podía dejar que mi amorcito viniera sola. — contestó Jest y Adrian intento ocultar una risa mientras me veía.
Lancé una mirada de furia a Jest y elevé mi pie para lanzarle una patada.— ¡Auch! — se quejo Adrian — ¿Me acabas de patear? — preguntó y Jest me vio apretando los labios, entendiendo que la patada era en realidad para él.
— Yo hemmm. Voy al baño... — dije levantándome con rapidez y saliendo del comedor para evadirlos a ambos.
¿Amorcito? ¿En serio? Que asco. Más estúpida no puedo ser ahora.
Mientras caminaba ví una de esas enormes puertas dobles de madera, una de ellas estaba entre abierta. Me ganó la curiosidad y la empuje un poco para abrirla.
Mi asombro al ver todos esos libros, el aroma del lugar tan exquisito, entre pergamino y papelería me embriagó.Adrian tenía su propia biblioteca. Una sonrisa de asombro y admiración me salió de inmediato. James tenía muchos libros, claro, pero esto... Esto lo rebasaba totalmente.
Está biblioteca fácilmente podría ser del tamaño de mi casa. Estaba enorme, en serio enorme. Con un par de sofás y un escritorio cerca de la ventana de fondo.— Aquí no está el baño. — dijo Adrian de pronto y me giré con sorpresa. Estaba recargado en el marco de la puerta, con los brazos y piernas cruzadas y una sonrisa ladina. Camino un poco y cerró la puerta detrás de él para acercarse a mi.
— ¿En serio? No lo había notado. — dije con sarcasmo. — No puedo creer que tengas tantos libros. — mencioné con sinceridad mientras seguía admirando el lugar. — Es increíble en serio, es...
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Ardoroso Amor.
Teen FictionSinópsis: Eris era reservada, vehemente, y talentosa para meterse en problemas. Detestaba a todo el mundo, odiaba a todo el mundo, hasta que lo conoció a él. Él, quien era el mismísimo demonio disfrazado de angel, quien consigue lo que quiere sin...