you will do awesome things

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Hacia bastante frío pero no era capaz de dormir absolutamente nada.

Me encontraba sentada encima de los barriles completamente a oscuras pero mirando el cielo estrellado.

Temía por mi futuro. ¿Que iba a hacer?, obviamente no podía volver a casa pues Beckett estaría esperándome. Y lo mismo pasaría en Inglaterra. Ese trato no me incluía a mi. Tendría que someterme para siempre a una vida de fugitiva.

-Eco querida, considero que nos debemos poner al día, ¿no crees?- interrumpió mis pensamientos Sparrow

-No lo creo- respondí dispuesta a irme. Él en cambio me agarro del codo y me giró, volviéndome hacia el.

-Ha pasado mucho tiempo - dijo cerca de mi cara- déjame decirte que estás terriblemente encantadora- terminó sonriéndome.

-Jack, no no- le pare antes de que siguiera- solo quiero encontrar a mi hermana.

-Querida Eco, siempre tan desconfiada. Solo pretendo ser amable- intentó acercarse a mi de nuevo moviéndose despacio.

-Basta Sparrow- dije zafándome de su brazo- No quiero esto de nuevo. Mantente alejado de mi, hazme el favor- continúe mi camino.

-¿Qué piensas hacer, querida?- frené mi paso y lo miré sin entenderle, aún sin girarme del todo- En ese pequeño acuerdo del que me hablo William, tu nombre, no se mencionaba- expresó el pirata con burla- Me imagino que tus crímenes son insalvables, pues ha sido la segunda vez que te relacionas con el mismo pirata- continuo hasta volver a tenerme en frente- ¿no?

Busco mis ojos con los suyos mientras yo tensaba mi mandíbula y fruncía el ceño. Le miré fijamente. Si tono impertinente y esa sonrisa me estaban sacando de quicio. No pude evitarlo y le pegué una bofetada. Se formó una sonrisa en sus labios mientras volvía su cara a la mía.

-Que ni se te vuelva a pasar por la cabeza hablarme así de nuevo- dije señalándole con el dedo- Se perfectamente que hacer con mi futuro Sparrow, y tú- dije tocando su pecho con mi índice- no te volverás a meter, ¿ha quedado claro?-.

-Por supuesto, amor- dijo él sonriéndome de lado.

Rápidamente me fui de ahí. No podía estar un minuto más en su presencia. No lo odiaba, no. Simplemente no quería volver a caer en él, no confío en el. Sentí su mirada hasta que me interné en el camarote. Camarote que Jack me había cedido para no dormir con la tripulación. Olía a él. Me encanta, gracias universo.

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Nos internamos en una especie de ciénaga marina mientras íbamos en botes. Iba al lado de Will, del que más me fiaba y además él quería protegerme aunque no hubiéramos tenido el tiempo para solucionar las cosas. Amaba casi tanto a Will como a Lizzie y perder a cualquiera de los dos supondría mi ruina.

Gibbs se encontraba sentado a mi otro lado. Íbamos en silencio, por lo que me dediqué a observar a Jack. Parecía concentrado en el trayecto. Escuché a Will hacerle una pregunta a Gibbs, lo que hizo que centrara en él toda mi atención

-¿Por que Jack no quiere adentrarse en mar abierto?-.

-Bueno...- empezó el pirata- si crees en estas cosas, hay una bestia que actúa a las órdenes de Davy Jones. Una criatura aterradora con tentáculos gigantes- comenzó a relatar mientras hacia gestos con sus manos- el Kraken.

Todos le mirábamos concentrados y atentos a su historia.

-Lo último que oyes de este mundo es el rugido del Kraken y el hedor de mil cuerpos en descomposición- continuó.

Piratas del caribe: El cofre del hombre muerto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora