letters

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Roier no sé consideraba una persona muy romántica, por lo tanto, cuando decidió que era buena idea escribirle una carta a su crush sabía que muy bien no iba a terminar

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Roier no sé consideraba una persona muy romántica, por lo tanto, cuando decidió que era buena idea escribirle una carta a su crush sabía que muy bien no iba a terminar.

Escribió, borro, reescribió y volvió a borrar. Pero nada le convencía lo suficiente.

Quería que fuese algo romántico, dulce pero no lo suficiente como para pasar a lo cursi, era conciente de que eso a Spreen mucho no le agradaba.

Después de mucho rato, logró quedar satisfecho con su trabajo, ¡Incluso le puso dibujitos en las esquinas del papel para hacerlo más llamativo!

Dobló la hoja en dos y le colocó su nombre y para quien era. No vaya a ser que alguien más leyera sus sentimientos escritos.

...

El jóven castaño se encontraba corriendo hacía el refugio del híbrido, sorprendido de no ver a nadie alrededor.

Tal vez habían ido a explorar.

Sin embargo, para asegurarse de que su presente sería recibido, toca la puerta con código.

Mientras espera a ser atendido, baja su mirada al suelo dándose cuenta de lo nervioso que se encontraba. Juega con sus pies y sus pulgares acarician con ansiedad el papel.

Al instante que siente la puerta ser abierta, su mirar se dirige a la persona en frente de él.

Se trataba del pequeño chico calavera, Missa. Quien su presencia parece alegrarle, dado a su expresión cálida.

— ¡Que tal, Roier! ¿Qué te trae por aquí?

El chico le saluda bastante entusiasmado, era agradable tener visita siendo que ahora que perdió una de sus vidas era más protegido que antes.

— Hey!, cómo estás, mien?. — saluda con la misma energía el más alto. — Solo vine a dejarte esto, es un presente para Spreen. ¿Creés poder dárselo?

Extiende el pedazo de papel hacía el más bajito, el cuál le miraba entre sorprendido y enternecido. ¿Una carta para quien consideraba su hermano mayor? ¡Que bonito!

Por supuesto, amigo. Apenas llegué de explorar se lo daré, no te preocupes.

— Muchas gracias, Missa! Nos vemos luego.

Dice el castaño, mientras va alejándose lentamente del hogar de su amigo.

— Adiós, Roier!

Antes de voltearse completamente para irse, ve como el chico calavera se despide agitando su mano a lo alto.

Bien, ahora solo queda esperar.

...

Missa espera paciente a que sus compañeros de equipo lleguén finalmente a casa.

Fija si vista en la hoja doblada en dos que estaba entre sus manos. De un blanco pulcro, las desordenadas y a su vez redondas letras de Roier le parecían algo difíciles de leer, también nota un dibujo de una florcita y una espada al costado de la firma.

Y cuando estaba a punto de caer en la tentación de leer lo que sea que había ahí, siente la puerta ser abierta por completo. Voltea rápido a la entrada y observa como sus amigos entran, luciendo cansados pero alegres.

Suponiendo que la exploración resultó bien, se acerca con confianza al híbrido de oso menor; quien, extrañado, observa cauteloso el papel entre las manos huesudas de su protegido. 

— Ten Spreen! Es un recado para tí.

Las pálidas manos del oso toman con desconfianza la carta. Luego voltea a mirar a su compañero, que se ve ansioso por qué lea el contenido de la hoja.

Después voltea hacía los demás, los cuáles veían con incertidumbre a ambos.

Y finalmente vuelve a fijarse en la carta, lee a través de sus lentes de quién era su destinatario, algo dificultoso dado la extraña caligrafía de este.

" Para Spreen, espero leas está carta y por favor no me mates.
De Roier"

Eso fue suficiente para que saliera disparado a su habitación, si iba a leer eso, lo haría en la soledad de su cuarto dónde nadie vería sus reacciones.

Se recarga contra la puerta, resbalándose lento hasta llegar a sentarse en el suelo.

Suelta un suspiro, preparándose mentalmente para lo que se venía.

Y lee.

De repente siente como sus mejillas se ponen calientes, sus orejitas se inclinan hacia delante hasta esconderse en su cabello y sus latidos se aceleran en segundos.

Y oh mierda, ¿Acaso está temblando?

Entonces la rompe.

La rompe porque no piensa admitir que su reacción fue causada por él, la rompe porque no quiere sentir lo que sea que siente y la rompe por completo porque se niega a sentir.

Hasta que lo único que quedó de aquella bella carta fueron solo trozos, trozos de letras arrugadas y dibujitos adorables.

Oh, pobre Roier. Si tan solo supiera lo que hicieron con sus lindos sentimientos.

 Si tan solo supiera lo que hicieron con sus lindos sentimientos

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Pido disculpas jsjsjsj

Capítulo un poco más larguito para ustedes 🧡

Complicated || SproierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora