regret

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Habían pasado aproximadamente 3 días desde el incidente de la carta

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Habían pasado aproximadamente 3 días desde el incidente de la carta.

Missa, el pequeño chismoso, se había enterado de lo ocurrido al día siguiente de ser entregado. Reconociendo la letra torcida y los dibujos infantiles hechos trizas tirados alrededor de la puerta de la habitación del oso.

Con sus huesudas manos recogió todos los pedacitos de papel, sintiendo un pequeño dolorcito en el pecho. Cómo si los sentimientos rotos fueran suyos.

Su ser era una mezcla de tristeza y resentimiento. De un desbordante sentimiento de impotencia.

Comprendía que su hermanito mayor no correspondiera a él sentir de su amigo, pero nunca se imaginó una acción así de cruel de su parte.

Por lo tanto, con todo lo que quedaba de la carta y su decepción encima, fué directo a casa del castaño a decirle todo.

...

Roier se sentía derrotado.

Hacía 3 días desde que Missa le contó sobre lo que pasó con su carta, no cabe destacar que luego de eso se sintió cómo la persona más desafortunada de la existencia.

Sabía que no terminaría bien, era consciente. Pero aún así, su corazón ya estaba harto de contenerse y decidió que la mejor manera de escupir todos sus sentimientos era a través de un papel.

Su mejor amigo, Mariana había intentado subirle los ánimos desde que se enteró. Sacándolo de la casita en la que ambos convivían para que despejará su mente.

Al final eso terminó en un Roier hecho un océano de lágrimas y un Mariana intentando inútilmente el consolarlo.

Y aunque técnicamente seguía sintiéndose de la mierda, agradecía a su amigo por ayudarlo a desahogarse.

Gracias a toda la situación, el castaño había decidido por rendirse en el cortejo. Lo entendió, el oso de bonitas pestañas no lo quería y era probable que tampoco lo querrá en un futuro.

La realidad le pegó una patada, pero al menos comprendió el porque.

...

Spreen se sentía extraño.

No entendía el porque, pero cada que pensaba en la carta y en específico, en lo escrito, un dolor ensordecedor le apretaba el pecho.

Y no podía evitar el sentirse peor cuando cayó en cuenta de que Roier había dejado de visitarle.

Ya no habían flores, palabras bonitas, notitas o cartas. No había nada y eso le dolía.

Él sabía el porque de ésto, sabía que su pequeño protegido se lo dijo, él lo sabía y sabía que lo hirió de sobremanera.

Era estúpido, estúpido él por haber hecho algo así y estúpido Roier por haberse enamorado de alguien como su persona.

Y aunque nunca lo admitiría, lo extrañaba.

Extrañaba la sensación de sus mejillas rojas cuando el otro lo elogiaba, y extrañaba el temblar de sus manos por los nervios que le provocaba, pero lo que más extrañaba era el sentirse querido por alguien.

Quería decirle que lo sentía, que en verdad esas hermosas emociones eran recíprocas, que todo lo que él le expresaba también lo sentía. Y creería que incluso el doble.

Cómo también quería gritarle en su patética cara todo lo que se guardaba desde que comenzó toda esa tontería del cortejo. Todo lo que floreció en su corazón desde que lo conoció.

Lo quería todo para él, y lo quería ahora.

Por lo tanto, después de una disculpa por herir, de alguna u otra forma, a Missa; planearon una bonita salida de reconciliación y posteriormente confesión.

Tampoco podía faltar el hecho de que también había escrito una carta de invitación, con dibujos de ositos y arañas. Si, irónico.

Solo esperaba que cuando sea entregada no terminará de la misma forma que la otra.

Pero lo que más esperaba, era que el noble chico con suéter rojo le perdonará.

No planeaba tolerar otra vez un corazón roto.


I'm chilling (estoy chillando) después de la final de los squid games.

Aquí está su capítulo de hoy, lamento la tardanza. Espero y sepan disculparme pero he estado con falta de tiempo para escribir.

Próximamente cap de confesión y cosas bonitas.

Nos vemos pronto 😙.

Complicated || SproierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora