tae&kook universe! ━drabbles.

★ boy in luv ; taekook

Taehyung no se sentía para nada bien.

Por eso cuando llegó al departamento con los demás miembros del grupo, se encerró casi inmediatamente en su habitación.

Ver a Jungkook demasiado cerca de Minhye no le sentó de maravilla; el director a cargo del nuevo vídeo musical, le había pedido una toma a Jungkook y a la chica en donde este le tuviera que cantar mirándola a los ojos mientras le entregaba una rosa.

Y si bien Jimin y Jin también tuvieron que hacer escenas con Minhye, Taehyung no podía borrar la imagen de su menor con aquella mujer. Sabía que todo era planeado y que no significaba nada, pero su corazón no podía evitar sentirse apretujado y dolido.

Se metió entre las calentitas sábanas de su cama y allí se hizo bolita, subiendo las mantas hasta más arriba de su cabeza. Si Namjoon entraba a la habitación, no podría ver su cara de cachorro mojado malditamente celoso.

Como un pequeño niño berrinchudo comenzó a dar pataditas rápidas y apretujó las sábanas entre sus dedos por el enojo, pero rápidamente se detuvo al escuchar tres golpes en la puerta. No contestó, pues de todas formas iban a entrar sin que él les diera autorización, y tal como pensó, el sutil chirrido de la puerta siendo abierta se escuchó.

—¿Tae hyung? —llamó Jungkook con voz queda, cerrando la puerta detrás de él. —¿Se encuentra bien? ¿Se siente enfermo? ¿Algún remedio estaría bien? —comenzó a preguntar con preocupación, acercándose cada vez a la cama del mayor.

—Ya detente —su voz había salido más desanimada como hubiera pensado. —No quiero salir ahora

Jungkook ladeó su cabeza con confusión y se quedó a mitad de camino. —¿Qué pasa, Tae? —llamó sin honoríficos, como siempre lo hacía cuando se encontraban ellos dos solos y lejos de todos.

Vio al pelinaranja sentarse en la cama, dejando al descubierto sus desordenados cabellos y decaído semblante. Este comenzó a jugar de forma nerviosa con sus dedos, evitando mirar al menor.

—A mi no me miras de esa forma —dijo casi en un susurro, sus mejillas tiñéndose de rojo. —Tampoco me has regalado una rosa

Jungkook se quedó un rato en espera, queriendo descifrar qué es lo que quería decir su novio, hasta que por fin comprendió. Una sonrisa comenzó a tirar de las comisuras de sus labios.

—¿Bebé está celoso? —preguntó juguetón.

Taehyung lo miró con el ceño fruncido y asintió con sus labios fruncidos. Jungkook rio fuerte y se lanzó encima del chico, este rápidamente abrazándose a su cintura y escondiendo su rostro en la curvatura del perfumado cuello.

—No tienes porqué, TaeTae. Sabes que soy un chico enamorado de su precioso novio anaranjado, no me fijaría en nadie más

Taehyung sonrió calmado, cerrando sus ojos cuando sintió los tibios labios de Jungkook sobre los suyos, dando repetidos piquitos en los propios.

No tenía de qué preocuparse realmente, al final del día, él era el único que recibía las tiernas caricias y besos del pequeño ojitos de Bambi.