Donde hope, tras perder a su prometida por un cáncer maligno, se hace cargo de su pequeño hijo Lucas con tan solo tres años, y la empresa de sus padres, causando problemas con la falta de cuidado que le tiene a su hijo. Perdiendo al joven sonriente...
Capitulo 14: Reconciliación, Cheryl de vuelta, bonitas palabras
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-Cheryl-- Formulo Hope con sorpresa.
La nombrada la miro desinteresada, sin expresión alguna.—Vengo por mis cosas, no te emociones, muévete que no estoy de humor para hablar contigo—seria, Mikaelson menor paso golpeando su brazo con el hombro de su hermana. Dejándola sorprendida, Cheryl siempre fue muy respetuosa con ella, incluso en los peores momentos.
-Tía Cheryl.- Lucas se levanto de la mesa de inmediato al ver a su tía llegar.
Cheryl extendió sus brazos abrazándolo.— Hola precioso y... ¿Jossette?— Cheryl se confundió.
--Buenas tarde Cheryl.- Dijo amablemente y con respeto.
Hope llegó al comedor, Cheryl apretó el bolso que traía—Me voy a mi habitación—Se marchó.
"Están enojados" El día que conoció a Cheryl Mikaelson siempre llevaba una linda sonrisa, pero está vez no mostraba una sonrisa, su ojos lucían hinchados, esa no era la Cheryl Mikaelson que ella conoció en el desfile.
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Las tres mayores estaban en la sala de la mansión, nadie decía nada, todo en un silencio, ni siquiera se miraban.
Josie noto que el ambiente comenzaba a tensarse, Lucas estaba en su habitación, Cheryl se cruzó de brazos y bufó, tomo sus maletas dispuesta a irse.
Dicho y hecho, Cheryl si se iba a ir, supuso que la pelea o discusión no sabía ya que no lo presenció debió ser muy fuerte, recordó que también cuando conoció a Lucas, el le contó que Hope le había gritado a Cheryl que hasta esta se fue de la casa.
Entonces ahí supuso que desde ese día Cheryl no volvió a poner un pie en la casa de Hope, ya la tenían harta, Hope no hacía nada, y Cheryl menos, parecían unos bebés haciendo su berrinche. La pelirroja rodó los ojos camino con sus maletas en mano.
Josie miro a Hope desviar la mirada, un tanto desesperada y comenzando a enojarse grito. —¡Cheryl, espere!... ¿Podemos hablar?—Preguntó sonrojada por el atrevimiento.
