Capítulo 4: La lección de vuelo

10 0 0
                                    


Capítulo 4: La lección de vuelo


Despertarse al día siguiente fue realmente una hazaña. Apenas había conciliado el sueño, cuando los demás empezaron a alistarse.

— ¡Rápido, levántate! — exclamó Albus moviéndolo.


Luego de colocarse la túnica como mejor pudo, subieron corriendo las escaleras rumbo al gran comedor. El olor del chocolate caliente y los pasteles revolvió su estómago por completo, provocando que tomara asiento rápidamente.

— ¡Los encontramos! — exclamó Orla llevando entre sus manos una gran bandeja dorada con un jugo de naranja y tostadas. A su lado venía Rose con un vaso de jugo de mora.


Parecía ciertamente avergonzada, con los cabellos tan rojos como sus mejillas.

Los alumnos de Slytherin las observaron con extrañeza al verlas sentarse frente a ellos.

— ¿Se levantaron tarde? Hace un rato encontré a Rose y le dije que viniera — mencionó Orla despreocupadamente al tiempo en el que mordía una tostada — ¿te vas a comer eso? — preguntó a una estudiante a su lado.

— ¿Qué hacen aquí?.


La voz grave de Louis Knottingley provocó que ambas se tensaran. Orla dejó el trozo de pastel de chocolate que acababa de agarrar a un lado y tragó saliva.

— Esta no es su casa, no pertenecen aquí.

— L-lo siento...

— Son nuestras amigas — interrumpió Albus llamando la atención de Louis.

— ¡Ah, la juventud! — exclamó una voz tras él.


Los cinco se giraron al instante. Parado frente a ellos se encontraba un hombre no muy alto de cabellos grises y bigote de morsa.

— Los jóvenes siempre creen que pueden hacer lo que quieren y muchas veces tienen razón — continuó — Hogwarts ha cambiado, ya no es el mismo de antes, no lo olvides Knottingley, así que déjalos tranquilos.


Louis asintió de inmediato y caminó en otra dirección. El hombre, sin embargo, no se movió. Paseó la mirada por cada uno de ellos hasta detenerse en Albus y Rose.

— Potter, Granger... sus padres estuvieron en mi Club de Eminencias y, como siempre pasa, se convirtieron en grandes magos que pasaron a la historia — dijo con orgullo — Será un placer verlos en mi clase de pociones, en especial a ti, Potter, tu padre era muy bueno con ellas y, además, llevas el nombre de uno de los mejores representantes en el rubro, Severus Snape.

— Profesor Slughorn — llamó una estudiante — mi madre le envía un obsequio...


El hombre se alejó rápidamente.

— Él es el profesor Horace Slughorn, mi madre me habló mucho sobre él — susurró Rose haciendo que los tres se acercaran a ella — Fundó el "Club de las Eminencias" hace años y, desde entonces, solo recluta a los que cree mejores. Incluso la tía Ginny estuvo allí.

— Gracias por la presión — dijo entre dientes Albus, apartando su comida — se me fue el hambre...

— Lo siento.

Scorpius observó desde lejos como el profesor Slughorn se paseaba entre las mesas hablando con diversos estudiantes. Si de por sí se encontraba nervioso por ser el primer día, ahora tenía una razón más, pues en unos minutos tendría clase de Pociones.

Sins of the Father [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora