El chico de rojo

Capítulo 7- Lo que hablaron Danny y el agente Turk

Hotel Bermont, 20PM

El agente Turk entró en la recepción y nada más entrar vio el espectáculo. Los cuerpos, la sangre y Danny sentado felizmente en el sofá.

-¿Que ha pasado aqui?-preguntó Turk desesperado.

-Ha pasado lo que tenía que pasar. Y os he llamado matándolos.

-¿Para que querías llamarnos?- preguntó casi vomitando.

-Para entregarme-dijo temblando.

-¿Entregarte de...-empezó a preguntar el agente pero Danny lo interrumpió chillando.

-¡He sido yo!-gritó mientras levantaba la cabeza y lloraba- ¡He matado a todas esas pobres personas sólo porque yo creía que era bueno para ellas. ¡Soy Danny Wright, el chico que mató al joven en el baño, el chico que mató a aquellos dos camareros y exhibí sus cabezas cortadas en la mesa!¡Soy el chico de rojo!- y se puso a llorar como un loco.

Es él, pensó Turk, y ahora lo tengo aquí. Turk era el encargado de encontrar y arrestar a Danny y ahora lo tenía a menos de cinco metros.

-Mira, Danny, te voy a preguntar una cosa-le dijo mientras Danny lloraba desesperadamente- ¿Porque lo hiciste? Y respóndeme de corazón.

-Ellos me obligaron.

-¿Quiénes, Danny?

-Las voces, Samoht, Ainos y Ttam.

-¡Danny!-le dijo cuando se dio cuenta- Son los nombres de tu familia al revés. Thomas, tu padre, Sonia, tu madre, y Matt, tu hermano.

-¡Cállate, no sabes nada!

-Claro que lo sé, los he visto en documentos. ¿Cómo es que te hablan?

-Mátalo Danny-le dijo Samoht furioso- Miente.

-Mátalo, mátalo, mátalo- contestaron los otros dos.

-¡Callaos!-gritó con los ojos abiertos e irritados.

-¿Danny?- le preguntó Turk- ¿Estas bien?

-¡Callaos todos! No quiero escuchar a nadie, nunca más.- cogió la escopeta y le pegó un tiro a la rodilla de Turk, él se tiró al suelo y gimió de dolor.

-Mátalo,mátalo-le dijeron las voces.

Pero no lo hizo, se levantó y fue hacia Turk. Empezó a hablar con él cuando una fuerza que no era suya le hizo disparar a Turk en la cabeza.

-¿Que habéis hecho?-preguntó furioso.

-Lo hemos matado-contestaron los tres a la vez.

-¡No os aguanto más!-gritó quebrándose la voz- acabaré con vosotros. Fue al garaje del hotel y cogió una garrafa de gasolina, volvió a la recepción y cogió un mechero.

-Ya seré libre-dijo y acto seguido se prendió fuego.