Casa 123 de la calle Lake 21PM
La música retumbaba fuertemente en el salón de la casa. Danny intentaba oír la televisión pero no lo conseguía, incluso con el volumen al máximo. Al cabo de media hora, con el estrés, cojió el mando y lo lanzó hacia el marco que daba a la cocina rompiéndolo en mil pedazos, algo más que habria que apuntar en la lista.
-¡Ohhhh! ¡Páralo ya!-dijo Samoht.
-No puedo, no sé de dónde viene- replicó Danny.
-Pues ves a buscarlo
Danny se levantó del sofá y fue hacia la ventana. Allí vio que la música venia de la ventana que estaba abierta de su vecino, Steve. Un rockero que trabajaba de dependiente en el supermercado de la calle Wales. No había hablado mucho con él, sólo cuando le preguntaba algo o cuando el cartero se equivocaba, pero no le caía bien. Su aire de descuidado, sus tatuajes y su ropa le daban asco a Danny.
-Oh, vaya... Es él...-dijo Samoht.
-Hay que darle el premio a mejor vecino-dijo Ainos.
-Es tu momento-dijo Ttam- hazlo ya y seras grande.
Las voces le hablaban a menudo de cosas, sobretodo de muerte y destrucción. Le decían que si lo hacía, sería grande y saldría en todos los periódicos. Él decía que no había ninguna razón para hacerlo, no le habían hecho nada pero ellos le contestaban que no había razones, había que hacerlo para acabar con sus pobres vidas. Cuando pasaron por delante del colegio Eddmunds, le hablaban de entrar allí con la escopeta que tiene guardada en el trastero y acabar con sus vidas, para que no sufran. Pero él se negó, aunque ellos se quejaron todo el día. Pero Danny había cambiado de opinión. Da igual, pensó, para lo que me queda sufrir mejor pasarlo haciendo algo grande.
-Lo voy a hacer-dijo después de tanto pensar.
-¡Siiiiii!-gritaron las tres voces a la vez.
-Se acabó de sufrir y de esta asquerosa vida.
-¡Siiiiii!-volvieron a gritar
-Se acabó todo, de comprar en Al Huwda, de reparar las tejas de mierda, de trabajar para idiotas y de vivir rodeado de inútiles. Lo voy a hacer y nadie me parará. Seré grande y reconocido por ayudar a esas personas. lo voy a hacer y nadie me dirá nada. Entonces Danny camino hacia la puerta, cogió la bolsa de plástico que había dejado en el suelo y se dirigió a ver a su vecino.
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El chico de rojo
TerrorUn chico aperece en el restaurante Kenny's en California. El chico esta desorientado y perdido así que la camarera, Wendy, y el cocinero, Michael, hablan con él. "Esta Obra esta participando en el Concurso Ghost Book's (Obras Fantasmas) a cargo de...