03 •Dime porque...•

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“La primera vez no me di cuenta ¿tenías que hacerlo tan notorio? pudimos ser felices”

El alcohol, las drogas, el tabaco o cualquier sustancia nociva para la salud no eran para nada del agrado de Saiko, las odiaba y cuando sus amigos fumaban prefería alejarse y ahora era uno de esos momentos.

No podía decirle a sus amigos que hacer y que no hacer solo se alejaba porque era lo único que estaba en manos de ella, lo único que podía cambiar.

La señora le dió su cambio y ella agradeció, salio de la tienda y unos pasos mas adelante se encontró con Aki el cual se dirigía a la tienda y se regresó con el. Regresando Saiko estaba riendo a carcajadas por las cosas que Aki le decía.

— ¿Cómo puedo ser graciosa como tú? — preguntó y tapo su boca por la risa que aún tenía.

—Eso no es algo que se pueda enseñar, pero tú ya eres graciosa sin necesidad de que alguien más te enseñe.

Le sonrió, camino a su lado y lo tomo del brazo. Ambos caminaban agarrados del brazo y parecía que eso no le molestaba a Aki, se dirigían a dónde estaban los demás.

— ¿Te molesta si fumo? — soltó su brazo y camino sola, aceleró su paso para que el humo del cigarrillo no llegara a ella, le molestaba el olor y le molestaba mucho más ver a personas fumando.

Pero Aki se acercó a ella.

— ¿Estás bien? — la actitud que había tomado cuando le pregunto aquello le resultó bastante extraña.

— Si pero no me gusta el olor del cigarro por eso me aleje. — corto una flor y se la extendió a el.

Aki la tomo.

—Perdón, no lo sabía. Trataré de no fumar cuando sepa que vas a estar ahí.

Ella le sonrió y al ver que había guardado los cigarros lo tomo del brazo de nuevo.

Definitivamente tenía un odio por cualquier sustancia nociva para la salud, no le gustaba para nada consumir alguna de esas cosas y mucho menos ver a sus amigos hacerlo pero de nuevo, cómo ya había dicho no podía decirles nada, después de todo ya estaban lo suficientemente grandes para saber que estaba bien y que no.

— ¿Por qué fumas? — quería comprender porque lo hacían pero nunca la terminaban de convencer las excusas simples que los demás ponían, su familia no fumaba ni bebía como para que ahí se originará su desagrado por eso, simplemente con el paso de los años comenzó a odiar el olor del tabaco, el alcohol y las drogas.

— Porque — medito lo que diría. — me gusta.

Era la respuesta más simple y probablemente sincera que lo pudieron haber dicho, el sonaba como alguien honesto.

—¿Solo por eso? pensé que dirías alguna excusa muy buena para justificar el daño que le haces a tu salud. 

—No tengo como justificarlo, solo me gusta y ya ¿por qué?

—Solamente quería saber, sigo sin creerte igual.

—Eres la primera mujer que conozco que en verdad no confía en los hombres.

— Si confío. — Vió más cerca al grupo de sus amigos y se acercó a ellos, dejo atrás a Aki.

No hacía falta que se quedará con el, él antes de llegar se encontró a unas personas y se fue con ellos, ni siquiera se despidió.

Miro su reloj, ya era tarde, debía regresar a su casa. Tenía mucha tarea y sueño, probablemente no dormiría nada de nuevo por hacer la tarea, a veces deseaba ser de esas personas a las que no le importaba nada la escuela, lamentablemente dependía emocionalmente de sus calificaciones y de sus papás. Necesitaba su aprobación.

Angel siempre la llevaba a su casa y cuando Saiko tuvo la intención de irse Angel también se fue.

— Deberías llevarme volando a mi casa. — pateo una piedra y siguió caminando arrastrando los pies, ya estaba muy cansada.

— Si pudiera volar ni siquiera estudiaría. — su celular comenzó a sonar y lo saco de la bolsa de su pantalón respondió y siguió caminando con Saiko a su lado.

Colgó y paro, Saiko también lo hizo pero estaba confundida.

—Vendra Aki.

—Esperalo tu, yo me voy.

El sol quemaba y era molesto, el calor es molesto. Estaba enojada por el calor, porque estaba sudando y no quería quitarse el suéter.

Angel la jalo del brazo y la obligó a que esperara, ella sin muchas ganas lo hizo. El clima la había puesto de mal humor, agregándole que estaba cansada.

No pasó mucho tiempo para que Aki llegará, los saludo a ambos.

Se veía diferente.

Sin entender mucho Aki y Angel comenzaron a discutir por lo que Saiko decidió avanzar y no interferir en su pelea.

"Esa es la única manera en la que me escuchas pero nunca haces caso"

"Si a mí me da igual no creo que tengas que preocuparte más por mi."

Fue lo único que alcanzó a escuchar sobre su discusión.

Quizás ellos eran pareja.

Tenía que ser eso sino no entendía nada de lo que hablaban, tampoco le importaba.

Finalmente Aki se fue y Angel se acercó a ella, la tomo del brazo y caminaron de nuevo.

— ¿Está todo bien? — Angel estaba notoriamente enojado pero no decía nada, Saiko suponía que lo hacía para no terminar hablándole mal a ella.

— Si Saiko, todo está bien. — avanzo unos cuantos pasos y soltó la mano de ella. — Perdóname hoy no te puedo dejar hasta tu casa, necesito ir con Aki ¿me perdonas?

—Vete, no tengo ningún problema.

Angel asintió, la abrazo y se fue corriendo en dirección a dónde había visto a Aki irse antes.

Ahora tenía curiosidad sobre lo que acababa de pasar, mañana le preguntaría.

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