Buenas noches Franz.

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Capitulo 4

Despierto con los malditos pájaros gritando desde la ventana, siento mis ojos hinchados y un dolor terrible en la cabeza.

Los recuerdos de la noche llueven como granizo en mi mente, maldita sea mi vida.

El olor a humedad choca contra mi nariz al momento de entrar al baño, hay sarro y polvo en cada rincón.

Miró hacia el espejo del lavabo, soy un desastre, mis ojos hinchados, mi cabello lleno de sudor que se a secado junto a manchas de tierra y sangre que escurren por mi cuell, me doy asco.

Claro que generalmente me e acostumbrado a este aspecto, después de todo renuncie a mis comodidades civiles al entrar al ejército.

En uno de los gabinetes hay toallas de baño, por lo que tomó una y la sumerjo bajo el grifo de agua fría, me sorprende que las tuberías aún funcionen, claro ignorando que el agua turbia es todo lo que puedo esperar.

La toalla antes color crema termina marrón al pasarla por mi cara, cuello y parte de mis hombros.

Arde un poco cuando llega a heridas y que por la fricción arranca la costra que había formado.

Terminó de usar dos toallas pra limpiar lo que puedo de mi cuerpo, y con algunos de las vendas del botiquín que Franz dejó en el baño son lo suficiente para evitar que mis cortes se infecten.

A todo esto ¿donde carajos esta Franz?, salgo por el pasillo y veo que la habitación de "su habitación" esta cerrada, ¿me desperté antes que el?.

Justo cuando escucho el chirriante sonido de la puerta abrirse, el sale como yo en la mañana echo un desastre y con la característica falta de higiene personal.

Me abro paso y el me ignora en cerrándose en el baño, su habitación está abierta, y la curiosidad me hace entrar.

Todo como antes solo que con las sábanas de la cama desatendidas y ropa sucia echa bola en una esquina.

Y un arma sobre la cama, el arma que el guarda consigo en su pantalón militar.

La observó, que fácil sería ahora tomarla, ¿pero que haría con ella?.

Franz entra con el cabello y la ropa húmeda por haberse sumergido en el grifo del lavabo, me ofrece lo que parece ser un cepillo de dientes de dudosa procedencia y dice.

- Stellen Sie sicher, dass Ihre Zähne nicht verrotten - no entendí una mierda pero, creo que es lógico que es para que cepille mis dientes sucios.

- Mierda voy a morir aquí

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- Mierda voy a morir aquí... - me quejo desde el sofá de la sala, perderé la cabeza en este lugar, quiero salir corriendo pero no tengo a donde llegar.

Franz esta en el comedor haciendo no se que, subió algunas provisiones y al parecer las está contando.

Me asomo a lo que hace y hay dos pilas de provisiones.

Ni aunque grites te entendereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora